¿Cuáles fueron los conciertos de A Coruña en los que más se consumió?

Los que fueron jóvenes en los 80 lideraron el consumo durante los conciertos de agosto
¿Cuáles fueron los conciertos de A Coruña en los que más se consumió?
Un cliente en un bar de María Pita durante el concierto de Vega del pasado lunes | Quintana

Que los viejos rockeros nunca mueren es un tópico tan manido y repetido como real a la hora de evaluar el comportamiento sobre un escenario. Sin embargo, habría que inventarse una coletilla para sus fans de toda la vida, aquellos que se afeitaron escuchando su música y que, en muchos casos, han empezado a peinar canas o directamente no peinarse. Ellos siguen siendo el público favorito de los hosteleros, los reyes de unos bares a los que han vuelto a hacer un servicio especial. Al igual que sucedió en 2024, el concierto de Locos por la Música, una especie de festival nostálgico con actuaciones exprés de grupos míticos, fue el que más hizo facturar a buena parte de los bares de María Pita durante los conciertos de agosto frente al Ayuntamiento. 

 


No fue la noche de más afluencia (Bonnie Tyler la superó con creces), pero sí la de más alegría a la hora de consumir. Así lo ve Pablo Breen, uno de los propietarios de The Breen’s Tavern. “La gente mayor es mucho más de cervezas, que es lo que más vendemos nosotros”, indica el empresario, que sin embargo se muestra satisfecho a medias con los resultados del mes de agosto. “El número de clientes ha sido similar al de otros años, aunque como todo ha subido la ganancia es menor en la ecuación final: hablamos de las mismas cifras de ventas, pero la mercancía y las nóminas han subido y los márgenes se han reducido”, subraya Breen, que cifra alrededor del 15 por ciento la reducción de ganancias.  Por otra parte, después de los ochenteros, el propietario de la cervecería irlandesa apunta a Baiuca como segundo concierto más productivo. 

 

 


Por otra parte, el histórico Tequeño trabaja a su ritmo casi de manera inalterable. José Ángel Pastoriza, su dueño, no se agobia por las aglomeraciones y pide paciencia a las larguísimas colas que se forman a sus puertas. “Mantuvimos desde el primer día el mismo ritmo de trabajo, con las mismas tapas y servicios. Para nosotros es algo estable, porque como llevamos cuatro décadas en la zona ya tenemos clientes fijos, incluyendo los barcos. No podíamos facturar más, porque tenemos un sistema propio de trabajo”, dice, sin olvidarse de un pequeño recado a los recién llegados. “Hay locales nuevos que no sabemos de quién son, pero que se dedicaron a poner grifos fuera y no les veía gente consumiendo; a pesar de eso nos insistieron en que hiciéramos la cola hacia Riego de Agua”, prosigue.


Por su parte, Alberto Boquete, dueño de La Mansión 1783 y presidente de los hosteleros de La Marina, dice: “Se ha notado un poco menos de alegría de gastar por parte de los clientes. La afluencia ha sido semejante, pero los ingresos no. Ha sido un nivel muy semejante en todos los conciertos”. Por lo tanto, lo de apretarse el cinturón no solamente ha sido cosa de la contratación musical. 

¿Cuáles fueron los conciertos de A Coruña en los que más se consumió?

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