Pocas instantáneas resultan tan espectaculares todavía a día de hoy como los conciertos masivos. Sin embargo, cuesta imaginarse a los fans de los Stones en la playa de Río o a los de Oasis Knebworth intentando intuir un punto que se mueva como Jagger o que bese el micro como los Gallagher. Para que los pequeños matices cuenten, las pantallas son un elemento casi innegociable que, sin embargo, se ha caído de las Fiestas de María Pita.
Salvo en el caso de Bonnie Tyler y Zahara, ninguno de los demás eventos, incluido el Noroeste, contaron con realización audiovisual. Si bien en la plaza del Ayuntamiento sí existen pantallas, estas emiten anuncios y la programación musical. En la playa existían las de apoyo que exigen los grupos. Gonzalo Castro, concejal de Cultura, invita a echar la vista atrás y pensar en cómo se vivían los eventos masivo en la ciudad no hace demasiado tiempo. “Supone volver a la producción anterior, justo antes de que este equipo decidiera dar un salto de calidad y poner pantallas gigantes”, apunta. “Las razones son presupuestarias”, añade. l