Se presentaba como el gran concierto de las fiestas de María Pita y solo era necesario echar un vistazo a la plaza para confirmar que lo fue. Bonnie Tyler pisó por primera vez A Coruña y la hizo suya. Apenas necesitó un par de versos de ‘Have You Ever Seen the Rain’, el tema con el que empezó la actuación, para conquistar al público.
La característica voz rota de la galesa fue recibida con profundo entusiasmo por las más de 20.000 personas que acudieron a verla a una plaza de María Pita que se llegó a cerrar al final del concierto. Desde los que vivieron su juventud en los años ochenta, cuando Bonnie Tyler despuntó como estrella internacional, a los que llegaron a ella gracias a la corriente nostálgica que ha vuelto a poner de moda la música y la estética de décadas en las que se escuchaban vinilos y casetes. Amalgama de edades y de estilos entre un público que coincidía en lo esencial: las ganas de disfrutar con éxitos como ‘It’s a Heartache’ o ‘Straight From the Heart’. Que sonaron con la misma intensidad de siempre.
Si la expectación por asistir en directo a un espectáculo de Bonnie Tyler había hecho que muchos tomasen posiciones en la plaza desde una hora antes de que diesen las diez, para cuando estaba fijado el inicio, a medida que se sucedían los temas el espacio entre los presentes se iba reduciendo.
Desde todos los puntos de acceso a la plaza llegaban nuevos oyentes, atraídos por una actuación de energía contagiosa. Unos tocaban guitarras de aire, otros seguían el ritmo con golpes de pie y de cabeza y prácticamente todos coreaban con pasión los estribillos más conocidos. Eso sí, sin alcanzar a imprimirle a la voz el desgarro que identifica a la protagonista de la noche. Porque Bonnie Tyler solo hay una.
Agradecida por la acogida y por la entrega de los coruñeses, la galesa elogió la ciudad y su “amazing” (“increible”) playa y se atrevió con un par de palabras en español. “Muchas gracias”, lanzó; y recibió a cambio una sonora ovación. Casi tan fuerte como la que atronó cuando sonaron las primeras notas de ‘Total Eclipse of the Heart’, para la que no hubo que esperar mucho. Hubo quien temió entonces que el concierto fuese a terminar, pero nada más lejos. Aún quedaban grandes canciones por sonar. La última, esta vez sí, nunca tan adecuada. ‘Holding Out for a Hero’ (‘Esperando a un héroe’) vibró en una plaza con una heroína local esculpida en bronce y una guerrera de la música.