Durante más de quince años, el sector de la construcción se mantuvo aletargado, pero ahora la actividad ha regresado a un ritmo frenético. Es posible ver andamios en cualquier esquina, y grúas que asoman en el skyline por toda la ciudad. Pero en realidad, la actividad no se distribuye igual por toda la geografía herculina. Un vistazo al mapa permite descubrir que casi todos los grandes desarrollos se concentran en el lado oriental. Es decir, entre Alfonso Molina y la ría, mientras que al otro lado de la avenida solo existe un gran desarrollo: San Pedro de Visma.
Mirando a la ría de O Burgo parece estar el futuro de la ciudad. No solo se va a construir el polígono de Monte Mero y se está rematando Xuxán, además de colmatar el barrio de O Castrillón, sino que es en esta zona donde se desarrollan las grandes infraestructuras que supondrán la diferencia en los próximos años: el complejo del nuevo Chuac y la Ciudad de las TIC.
Las fuentes urbanísticas consultadas consideran lógico que sea así: el lado derecho de la ciudad, el que mira al Atlántico, concentra la industria: allí están no solo los polígonos comerciales como el de A Grela, sino también la zona de Bens, donde se encuentra la planta de reciclaje de Nostián, o la planta petroquímica de Repsol, que inhibe por motivos de seguridad el crecimiento de la ciudad hacia Meicende.
Otro factor a tener en cuenta es que O Portiño, donde existe mucho terreno urbanizable, también resulta difícil de desarrollar por la protección que goza el litoral a través de Demarcación de Costas. Por todo esto, es lógico crecer hacia la ría, que en los próximos años fusionará aún más los núcleos urbanos de Culleredo y Oleiros en uno solo.
LOS DESARROLLOS |
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El Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) ya planteaba el desarrollo, pero durante años ha permanecido aletargado. Xuxán (antiguo Parque Ofimático) supuso un punto de inflexión: el barrio más nuevo de la ciudad comenzó a construirse en 2011, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria hizo tropezar el proyecto en sus inicios. Los cooperativistas que esperaban instalar sus hogares en este barrio se vieron alcanzados por la crisis económica, y se encontraron con que ya no podían pagar las cuotas. Al mismo tiempo, problemas legales obligaron a paralizar la urbanización, que no se concluyó hasta hace poco más de un año.
Xuxán suma cerca de 1.600 viviendas, pero palidece al lado de Monte Mero, donde se construirán más de 4.000, un 80% de ellas de protección oficial. Son 561.850 metros cuadrados que también discurren pegados a Alfonso Molina, como Xuxán. Esta secuencia de barrios (Segunda Fase de Elviña, Matogrande, Xuxán, Monte Mero) se interrumpe al llegar a la Ciudad de las TIC (antigua Fábrica de Armas), donde el suelo es industrial y, por tanto, no se pueden construir viviendas.
Allí la actividad constructiva no se produce a tan gran escala, pero lo que se está levantando es tan importante o más para el futuro de la ciudad, porque las antiguas naves que se están reformando acogen empresas de Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) y varios edificios dedicados al cine. El primero, inaugurado este año, contiene un plató virtual.
Más abajo, las obras continúan porque se está construyendo una promoción, Arlo, con dos bloques edificios, que urbanizará la zona frente al puente de A Pasaxe, de manera que la ciudad llegará hasta Oleiros. Y al otro lado de la avenida de A Pasaxe, en As Xubias, los residentes del núcleo esperan con recelo que se presente el proyecto con el que un fondo suizo, Ginkgo Advisor, piensa desarrollar ese tramo de costa, mientras que la Xunta avanza con las obras del nuevo Chuac, que no solo permitirán contar a la ciudad con un hospital el triple de grande, sino con nuevos accesos en una zona que antes era casi rural y que se convertirá en parte del tejido urbano.