Camino de las tres décadas desde su inauguración, la plaza de la Tolerancia se ha convertido en el epicentro de la vida pública en el barrio de Labañou. Entre el concierto de Deluxe poco después de su inauguración a la última Festa dos Porcos han sido numerosos los acontecimientos sociales y los vecinos que se lo han pasado en grande en el entorno. Quizás por eso, y por el volumen de actividades que acostumbra a acoger, el Ayuntamiento anunció hace un año la instalación de un moderno baño público autolavable que debería hacer muy sencillas las necesidades más básicas.
Entre aquel anuncio y la instalación definitiva pasaron aproximadamente ocho meses, aunque la obra no puede darse todavía por finalizada. Y es que un candado evita su uso, para sorpresa de unos residentes que se las prometían muy felices. La situación ha sido denunciada por la Agrupación Coruñesa de Asociacións Veciñais (ACAV). “Despois de máis de dous meses desde que remataron a instalación do aseo segue se estrearse, cun cadeado na porta e vandalizado”, lamenta el comunicado público. Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Eros Riveiro, compara la situación con la vivida en la plaza Pablo Iglesias de O Castrillón. “Nos pasamos cinco o seis años reclamando su apertura; si haces algo es para que la gente pueda utilizarlo”, recuerda.
Fuentes municipales achacan a una acometida pendiente por parte de la compañía eléctrica el motivo de que el baño de los 70.000 euros permanezca cerrado al público. Y es que, debido al proceso de higienización que se activa después de cada uso, es necesario recordar que cada una de estas instalaciones van conectadas a la red eléctrica.
Por su parte, desde la propia compañía que debe acometer esa obra indican: “El expediente finalizó su tramitación en mayo y, a partir de ahí, se revisa la instalación y se detectan anomalías en las instalaciones de enlace que se tienen que subsanar para que podamos ejecutar la obra. Esas anomalías se corrigieron y se comprobaron que estaban correctas el 25 de junio”.
Sin embargo, debido a los plazos que exige esa finalización la situación es la siguiente: “A partir de ese momento se organiza el replanteo entre el supervisor de la obra y el técnico municipal en la primera fecha disponible, a mediados de julio. Como la obra civil no daba tiempo a terminarla antes del comienzo de agosto, y en agosto no se permite realizar obra civil, se acuerda que las obras se retomen en septiembre”. Todos esos plazos, dicen, están “comentados y hablados” con el Ayuntamiento. Así, si todas esas intenciones se cumplen, la activación del baño autolavable es cuestión de semanas.