Pablo Leira Canedo (A Coruña, 1983) camina hacia la década como secretario de la asociación vecinal de Labañou, que desempolvó hace poco más de un lustro la Festa dos Porcos, que se celebra hoy desde las 12.00 horas en la plaza de la Tolerancia.
Son ya casi un festival de música urbana de dos días de duración...
Juntando en el mismo fin de semana el ‘Aquí tamén se fala’ con la Festa dos Porcos se puede decir así. Buscábamos una fecha similar para funcionar mejor dos días consecutivos que separándolos. Suponemos que cada año vamos teniendo más ambición y haciendo mejor las cosas. Además, este año hay más financiación por parte del Ayuntamiento.
¿Están satisfechos con el nuevo modelo de contratación?
De momento, entendemos que es positivo. Tenemos más responsabilidad, pero también supimos las cosas con más antelación y pudimos organizarnos mejor. Antes el dinero no pasaba por nosotros, y algo más de trabajo nos dará. Veremos cuando termine todo para opinar mejor.
¿Puede decirse que son la fiesta más enxebre de la ciudad?
Intentamos hacer algo diferente. Desde la primera edición, en la que las mujeres tuvieron una gran representación, otra de las señas de identidad es intentar traer a alguien del barrio. Ese es nuestro modelo. Vamos poco a poco, pero la gente del barrio ya sabe que la Festa dos Porcos es ahora.
Y este año van a comer, precisamente, como ‘porcos’
Esperemos que salga bien. Es la gran novedad de este año y precisamente surgió en una conversación de un padre ajeno a la comisión que nos dijo que nos podía hacer una paella gigante. Otro, que es chef, se comprometió a hacerlo. Siempre teníamos en mente hacer algo de comida relacionada con los cerdos y esperamos comer como ‘porcos’.
Y el pregón también subirá un chanzo arriba con Paco Lodeiro...
Desde luego es una persona muy visible y conocida en toda Galicia. Yo ya merendaba en el instituto viendo a Paco Lodeiro y lo queremos todos en el barrio. Su familia siempre ha tenido mucha relación con el Sin Querer y son todos muy de aquí.
A nivel asociación de vecinos, ¿puede decirse que son los días más bonitos del año?
Y también en los que más trabajamos y más estrés generan. Esta vez, la cuestión de la paellera y el arroz nos obligó a traer un transporte especial. Tuvimos que alquilar un camión.