Óscar Gilsanz | “Las dos únicas veces que me perdí el Globo, lo seguí pegado al teléfono”

En cuatro días, su intervención desde la casa consistorial inaugurará de manera oficial las Festas de San Roque
Óscar Gilsanz | “Las dos únicas veces que me perdí el Globo, lo seguí pegado al teléfono”
Óscar Gilsanz delante de la casa consistorial de Betanzos | Carlota Blanco

Betanzos encara esta semana de manera especial, con curiosidad  y muchos nervios, a menos de seis días para el San Roque.  Con casi la misma emoción que Óscar Gilsanz, el elegido para abrir de manera oficial las celebraciones de este 2025. Una misión que para alguien ha vivido toda su vida en esta ciudad, que la siente y la exalta allá donde va, no es solo un honor, sino un sueño que se acaricia desde niño y que, en su caso, verá cumplido solo diez meses después de su debut como entrenador del Deportivo. “No pude evitar emocionarme”, admite Gilsanz.  “No por el hecho de dar el pregón en sí, sino por lo que significa que tu propia gente piense que eres merecedor de representarles en un día tan especial para nosotros, los de Betanzos”.
 


No pude evitar emocionarme

 


El pregonero, un hombre que vivió en O Norte, que a los 32 años se mudó al centro urbano y después a San Martiño; que aprendió a querer cada barrio y cada rincón de su ciudad, recibe un reconocimiento que trasciende lo deportivo y que él asume con responsabilidad, orgullo y agradecimiento: “Los betanceiros siempre estuvieron ahí, desde mis inicios y no solo en esta etapa en el Deportivo”. 

 

Los betanceiros siempre estuvieron ahí, desde mis inicios, no solo en esta etapa en el Deportivo



No son muchos los pregoneros que pueden decir que nunca dejaron su ciudad natal pero él sí y siempre vinculado al fútbol, desde sus inicios hasta que en 2024 alcanzó la máxima visibilidad como entrenador del Dépor. “En cada cafetería, en cada esquina, había alguien que me paraba, incluso gente que no seguía el fútbol... Pero ese apoyo no empezó estos últimos meses, sino que me ha acompañado durante todos mis años de carrera. Nunca estuve solo”, comenta, todavía emocionado, Gilsanz.

El jueves 14 de agosto podrá dirigirse a sus vecinos desde la casa consistorial y compartir con cada uno de ellos ese sentimiento único que cada año se experimenta de la misma manera,  entre reencuentros y cenas con amigos, mirando al cielo para comprobar que éste también cumpla con el Globo de San Roque.


“Es un momento [la elevación del aerostato] difícil de explicar para quien no lo siente”, dice el entrenador, que añade: “Es acordarte de los que ya no están, de quienes te inculcaron el amor por Betanzos y sus tradiciones” y es tratar de estar sin estar, como intentan cada 16 de agosto brigantinos en todo el mundo, en Asia, América o África. “Las dos únicas veces que me lo perdí estuve pegado al teléfono”, comenta Gilsanz.

 

El Globo de San Roque es también acordarte de los que no están, 
de quienes te inculcaron el amor por Betanzos y sus tradiciones

 


También reivindica Os Caneiros, no solo como una romería popular o un elemento relevante del San Roque, sino como un símbolo de pertenencia: “Ese día es fiesta sin ser festivo; todo el mundo lo vive con una alegría especial, incluso vestimos de otra manera desde que nos levantamos”, ansiosos por remontar el Mandeo.  


La carrera de Óscar Gilsanz lo ha llevado a recorrer casi toda España, y en cada desplazamiento con el Deportivo se encontraba con betanceiros. “En la Romareda, en Cartagena… Siempre había alguien conocido, y esa conexión es muy especial; es compartir tu felicidad con los tuyos, estén donde estén y eso es algo que sabemos bien los de Betanzos”. 

“Creo que los betanceiros tenemos la virtud de saber reconocernos mutuamente los méritos y sentirlos como propios”, indica el entrenador  que, como pregonero, tomará el relevo de deportistas como Paco Buyo o Carlos Arévalo.   Un “campeón con el Real Madrid, internacional durante diez años”, y un “doble medallista olímpico, campeón del mundo...” y de Betanzos.

 

Creo que los betanceiros tenemos la virtud de saber reconocernos mutuamente los méritos y sentirlos como propios
 

En  la conversación con Gilsanz salen también nombres como los de Amador Cortés, Pita o Dani Rodríguez. Los tres jugaron o juegan en Primera División y los tres, como Buyo, Arévalo, o “Antón Lagares, que está haciendo una temporada espectacular”, son de Betanzos. Para él, nada de esto es casualidad: “Hay una red de clubes y personas que trabajan desinteresadamente por los deportistas desde que son niños, e invertir en deporte es invertir en valores y en futuro”.  


De su carrera como futbolista y como técnico recuerda con especial cariño sus primeros entrenadores e insiste: “Siempre he intentado quedarme con lo mejor de cada persona que me he encontrado en el camino”.

 

Siempre he intentado quedarme con lo mejor de cada persona que me he encontrado en el camino


 

Sobre si se ve viviendo lejos de su Betanzos, responde con prudencia: “El privilegio de vivir aquí es enorme, pero la carrera deportiva puede obligarte a marchar” y reconoce que “llegar a entrenar en Segunda División sin dejar tu casa es muy poco habitual; si toca irse, llegará el momento de decidir”.
 

El jueves no hablará solo el exentrenador del Dépor para inaugurar las fiestas de una ciudad profundamente deportivista, ni siquiera hablará un vecino de Betanzos. Lo hará ‘el de Betanzos’, como tantas  veces se refirieron a él en muchos medios deportivos, el betanceiro que ha hecho de su ciudad bandera y que sabe, mejor que nadie, que el verdadero privilegio no es solo vivir las fiestas, sino sentirlas. 

Óscar Gilsanz | “Las dos únicas veces que me perdí el Globo, lo seguí pegado al teléfono”

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