Vendedores de calzado de A Coruña metidos a psicólogos: “Hay que escuchar al cliente y entender lo que quiere”

Los responsables de la Casa de las Zapatillas, un comercio veterano, relatan cómo funciona su negocio
Vendedores de calzado de A Coruña metidos a psicólogos: “Hay que escuchar al cliente y entender lo que quiere”
Javier Fernández y su padre, Manuel Fernández, posan en La Casa de las Zapatillas | Pedro Puig

Vender calzado puede parecer un trabajo sencillo. No lo es, porque requiere de mucha inteligencia. Los responsables de una de las tiendas más veteranas del sector en A Coruña, La Casa de las Zapatillas, lo tienen claro. “Un negocio como el nuestro requiere atender, escuchar al cliente, entender que quiere la gente y asesorar. No es reponer el producto, esto no es un supermercado”, asegura Javier Fernández, uno de los dos hermanos que regenta el negocio.

 

 

Su padre, Manuel Fernández, que adquirió este negocio en 1978  y permaneció en él hasta su jubilación oficial en 2010, coincide con su hijo y asegura que “una cosa es despachar y otra es ser vendedor”. 
“Es un poco de psicología, no es nada fácil. No puedes hablar mal al cliente, hay que adivinar y necesitas de un don de gentes”, afirma este veterano del sector. También tiene claro que hay conocer bien el surtido que se tiene entre manos para poder darle salida. 


Local tradicional 


“Quiero unas alpargatas de las de toda la vida”, afirmó una mujer que entró al establecimiento esta semana. En el interior se encontró con un amplísimo catálogo, al que recurren muchos vecinos de la zona.

 

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Un documento que prueba que Calzados La Primitiva ya existía en 1926  | Pedro Puig


Este establecimiento de la calle Panaderas lleva en funcionamiento cerca de 100 años y ya es un clásico de la ciudad. Nació bajo el nombre de Calzados La Primitiva, aunque casi nadie lo conoce con esta denominación en actualidad, sino como La Casa de las Zapatillas (este nombre nació como un eslogan y se popularizó tanto con el paso de los años que se impuso a la denominación comercial del local).

 

 

Manuel Fernández lo compró en 1978 tras haber trabajado en el ramo de la hostelería y decidir que necesitaba un cambio para tener “una vida más tranquila”. 


Origen y presente


Este empresario relata que en este local antes se vendían “comestibles y zapatillas” y que el nombre de La Primitiva tiene su origen en ser “la primera tienda subiendo” desde la zona San Andrés en dirección a la plaza de España. Cuando se hizo cargo de este comercio, Manuel Fernández señala que empezó con “zapatillas y calzado de niños” y que después incorporó un “calzado de gente mayor” para alcanzar el modelo comercial que tiene La Casa de las Zapatillas hoy en día. 

 

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 Calzado y estampas de santos colocadas en el mostrador | Pedro Puig


Posteriormente empezó a elaborar unos carteles como recomendaciones de compra que se hicieron famosos y ahora hay gente que se refiere a esta tienda como “la casa de los cartelitos”, ya que en el escaparate hay muchos de ellos con frases muy ingeniosas. Hay mensajes como “estos tenis siguen los más longevos del mercado, como los buenos modales no pasan de moda” o “unas vacaciones si el calzado no es cómodo, malo...”.


En 2010 Manuel Fernández se jubiló y tomaron las riendas dos de sus hijos, Javier y Fernando, que conocen de sobra el negocio. Manuel acude a veces a ayudarles y asesorarles para que este veterano comercio siga a flote. 

Vendedores de calzado de A Coruña metidos a psicólogos: “Hay que escuchar al cliente y entender lo que quiere”

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