Horas bajas en la arteria comercial de Monte Alto, con 17 locales sin actividad

La calle de la Torre sufre la subida de los precios de los alquileres, las jubilaciones y el cierre de negocios
Horas bajas en la arteria comercial de Monte Alto, con 17 locales  sin actividad
Una persona camina delante de un local comercial vacío de la calle de la Torre | Javier Alborés

Una de las pocas arterias comerciales con tiendas de toda la vida que quedan en A Coruña se ubica en el bario de Monte Alto. Se trata de la calle de la Torre, una vía que siempre se ha caracterizado por un importante tránsito de gente y por el dinamismo de sus establecimientos.  


En la actualidad no atraviesa por su mejor momento, ya que hay hasta 17 bajos que no tienen actividad a lo largo de los 650 metros de longitud que tiene esta vía. Encontrar varios letreros de ‘se alquila’, ‘local en venta’ o ‘local disponible’ en los escaparates de la zona ha dejado de ser extraño y se ha convertido en costumbre para la gente que camina a diario por esta parte de la ciudad.

 

Horas bajas


“No está en buen momento, y lo digo yo que llevo aquí desde hace 56 años”, señala Margarita Calviño, de la Floristería Fina. Una opinión similar expresa el presidente de la Asociación de vecinos y comerciantes Barrio de Monte Alto, José Luis Boado, que concluye que “no es buen momento” especialmente por el incremento de los precios de los “alquileres” de los locales. 

 

 

 

El representante de esta asociación tiene claro las mejoras que necesita este rincón de A Coruña. Apunta a la renovación de aceras para poder “pasear” sin problema, al incremento de la seguridad ciudadana, más limpieza y cree que es necesario un mayor control de las “velocidades” de los vehículos con pasos de cebra sobreelevados debido a la presencia de tres recintos escolares en la zona. “Es una zona de gente muy mayor y hay tránsito de niños”, afirma.

 

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Un mismo bajo de la calle de la Torre dividido en dos espacios permanece sin uso junto a la parada de taxis / Javier Alborés


El representante de la agrupación vecinal y de comerciantes del barrio también expone que el Ayuntamiento debe realizar un mantenimiento adecuado al “mobiliario urbano” porque los bancos son necesarios para que la gente mayor disponga de lugares en los que descansar cuando camina.

 

 

 

Otro punto que destaca José Luis Boado es que el Gobierno local tiene que habilitar espacios de aparcamiento para los coches debido a la dificultad para encontrar plazas libres. Para este problema, Boado propone un estacionamiento “rotativo” y la construcción de algún parking para que alivie la situación.

 

Alquileres


Javier Monteagudo, de Javi Calzado, trabaja en la calle de la Torre desde 1999, por lo que la conoce bien y ha visto su evolución. Relata que en esta vía de Monte Alto “no suelen tardar en alquilarse los locales” disponibles y advierte de que en los últimos tiempo han subido los precios de los alquileres. “Están pidiendo de más”, avisa. Por un establecimiento próximo que se quedó sin inquilino hace no mucho tiempo solicitan aproximadamente 2.000 euros al mes, según advierte.


Monteagudo indica que esta es una “calle de mucho paso de gente del barrio” y que “no es mala calle”. “El 90% de la clientela es del barrio”, explica.

 

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Margarita Calviño posa en su tienda, Floristería Fina / Javier Alborés


En esta arteria de Monte Alto hay comercios muy veteranos, como es el caso de Gala, dedicado al sector de la moda. Una de sus responsables, Susana Martínez, asegura que la calle de la Torre siempre ha sido “comercial”  y que la ve como “siempre”, aunque añade que ha habido gente que se “ha jubilado”. 
A pocos metros se ubica otra tienda del mismo ramo. En este caso, Rosi Alonso, indica que la “gente va y viene”. También detalla que “hay una clientela de siempre” y otra que “va variando”.

 

Locales vacíos
 

Un recorrido desde el principio al final de esta vía comercial permite comprobar que hay 17 bajos comerciales que permanecen sin uso. Junto a la plaza de España se encuentra ubicado un antiguo local de hostelería, Miranda’s bar, en el que el escaparate está lleno de polvo y cubierto de numerosos carteles. Unos metros más arriba, dos antiguos establecimientos, Control-radio-tv y Moda Beade, son víctimas del completo abandono.  Acumulan más de quince años sin albergar ningún negocio. 


Uno de los comercios clásicos de la zona, Comercial Taracido, ha abandonado su local de toda la vida para mudarse a la acera de enfrente, en donde ya poseía otro establecimiento.

 

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Un antiguo bar de la calle de la Torre / Javier Alborés


Otro de los comercios más conocidos de esta vía fue Tahona La Torre, que durante muchos años vendió pan a los vecinos de la zona. Hace tiempo que echó la verja y no la volvió a levantar. Solo queda el letrero de ‘panadería, bollería’ para los más nostálgicos de sus productos.

 

Duende, dedicada a la moda, cesó su actividad recientemente por jubilación. En su escaparate ya solo quedan unos pocos maniquíes.


La antigua Carnicería David ya no despacha carne. El local está en venta. Unos metros más arriba, un local que ocupó el Banco Santander está a la venta. 

 

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El local de El Reflejo, con un letrero de en venta / Javier Alborés


Suministros Álamo, que vende productos  eléctricos, se va a unir pronto a esta lista, ya que está en liquidación de existencias. A escasa distancia hay un establecimiento que albergó al Banco Pastor. Está dividido en dos espacios y ambos están vacíos. 

 

Jubilación


La cristalería El Reflejo cerró sus puertas el pasado mes de junio. Los cuatro hermanos que propietarios de este negocio, Queca, Julia, Fernando y Belén Ares, tomaron la decisión de poner fin a esta aventura empresarial que sus abuelos comenzaron hace 90 años y que desde hace 60 se desarrollaba en la calle de la Torre. Lo hicieron por la jubilación de la responsable de este comercio. Al lado hay una vieja oficina bancaria que ocupó el BBVA y que está sin uso. Ocurre lo mismo con un antiguo bar en la esquina con San Vicente de Paúl que echó el cierre hace ya mucho tiempo.


Una antigua frutería y una floristería también están cerradas a la espera de nuevos inquilinos. Al final de la calle, ya en el entronque con Orillamar existen otros dos establecimientos que están sin actividad y que en su día fueron ocupados por Abanca y Caixabank. 

Horas bajas en la arteria comercial de Monte Alto, con 17 locales sin actividad

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