La Intrusa, el local de la calle Torreiro cerrado por el Ayuntamiento en febrero por incumplir la normativa acústica y al que después de una fiesta de reinauguración comunicó que debía mantener la verja bajada, volverá a funcionar con normalidad este jueves desde las 18.00 horas. Fuentes municipales aseguraron que "el local podría volver a abrir una vez hubiese demostrado documentalmente que cumplía la normativa". En la tarde del martes el Área de Urbanismo recibió un escrito en el que se solicita de nuevo el título habilitante para el grupo 1B y se realiza la declaración responsable correspondiente para, mientras tanto, proceder al ejercicio de la actividad para la que goza de licencia (grupo 1A).
En la comunicación remitida por la propiedad del establecimiento se expone que "habiendo cumplido íntegramente con la orden de cese impuesta y habiendo satisfecho íntegramente la sanción impuesta, quedando además lasituación plenamente repuesta a legalidad urbanística, se permita el tipo de actividad encuadrada en el grupo 1B". Además, también subraya que el 22 de marzo ya se presentó en Urbanismo una declaración responsable a tal efecto y que mantiene el título habilitante para el grupo 1A. Finalmente, el escrito concluye que "se han cumplido todas las exigencias urbanísticas y se ha asegurado en toda medida el descanso vecinal", para lo cual se acompaña información técnica adicional.
La Intrusa que se encuentren los que acudan a partir de este jueves se parecerá mucho a la del pasado sábado, ya que la propiedad dice haber retirado todo tipo de equipos de reproducción musical. "No va a haber música hasta que se cambie la normativa", sentencia Aitor Neira, dueño, muy dolido por las quejas de dos vecinos, uno de ellos desde lo más alto del inmueble. En la misma se apuntaban a la repercusión de la reproducción musical en un séptimo piso. "Hay datos falsos, sin pies ni cabeza. Para empezar, es mentira la hora de cierre que señala, pues tal y como dicen las cámaras a las 02.42 horas estábamos desalojados", indica el dueño de un local al que la licencia permite bajar la verja a las 03.00 horas.
Por otra parte, respecto a la queja remitida a primera hora del lunes en Urbanismo por ruidos subraya: "No hubo reproducción musical, porque ni siquiera funcionan los altavoces". Además, Neira se siente con todo el derecho a trabajar, ya desde el pasado 10 de mayo cuando se cumplieron los tres meses del cierre. "Se presentó todo el 30 de enero y, según leas la versión del Ayuntamiento, dice unas cosas u otras. Que hagan veredicto por un escrito de dos vecinos me parece muy fuerte y, si no nos dejan trabajar esta vez, entenderemos que es un acoso y derribo. Parece que quieren cerrar La Intrusa sea como sea y darle credibilidad a unas denuncias cargándose una presunción de inocencia", finaliza.