Exactamente cinco meses después de una medición de sonido realizada en un pub de La Marina, el Ayuntamiento de A Coruña ha propuesto un expediente de cierre de tres meses y ha concedido a la propiedad 15 días para realizar alegaciones y aportar la información necesaria. Mientras el proceso sigue abierto podrá funcionar con absoluta normalidad y mantener toda la programación activa. Así se lo ha comunicado el área de Disciplina Urbanística a la propiedad y representantes legales de Le Tavernier, en una reunión mantenida durante la mañana de ayer, poco después de haber recibido el informe de la Policía Local y el Ayuntamiento.
La voluntad de ambas partes es alcanzar un punto de entendimiento y proporcionar la información necesaria para intentar mantener uno de los establecimientos de más éxito de la zona centro, que por otra parte es considerado modélico y ejemplar en lo que al comportamiento de sus clientes se refiere.
Le Tavernier ya abonó una sanción de 15.000 euros a raíz de esa medición de volumen, en la que según el informe se detectaron irregularidades en el sonógrafo. “Tenemos 15 días para presentar esas alegaciones y, si no cumplimos, evidentemente nos enfrentamos a esa resolución final, pero confiamos en poder solucionarlo”, indican desde la gerencia de una marca que tiene establecimientos en Madrid y Palma de Mallorca y que ha llevado el nombre de la ciudad a lo más selecto del ocio nocturno nacional. Ahora, si justifica lo sucedido en A Coruña funcionará con normalidad, según ha podido saber este diario.
Tal y como informó el Ideal Gallego, Le Tavernier es uno de los muchos establecimientos de la zona centro que, desde la polémica con el límite de decibelios y la ola de mediciones realizada por la Policía Local, ha apostado por trabajar sin música. Entrar en su interior en una noche de viernes o sábado se parece más a un civilizado botellón a cubierto que a un pub tradicional, toda vez que solamente se escucha a la gente hablando. La misma opción la han tomado otros locales como La Luisa, especializado hasta hace poco en música electrónica.
La solicitud de información y la propuesta sancionadora ha llegado solamente un día después de que el Ayuntamiento también informase a La Intrusa de que permanecer cerrada, según fuentes municipales por no haber solicitado su licencia para poder reabrir después de tres meses de cierre y tras la petición de dos vecinos. El caso de ambos locales, unido al del premiado La Barbería del Orzán, provocó la organización de un grupo de hosteleros para intentar encontrar un nuevo marco de convivencia entre el Ayuntamiento, los vecinos y la actividad empresarial. Y de ahí nació la mesa de negociación.