Una de las infracciones más frecuentes que cometen los dueños de animales es soltarlos en las zonas que no están habilitadas para ello. De hecho, durante el último año se han disparado. Si la Patrulla Verde de la Policía Local tuvo que actuar en once ocasiones en 2023 por un aviso de perro suelto, en 2024 fueron 47. Es decir, que se han cuatriplicado en un año.
Esto no deja de tener sus consecuencias. Sin la correa para ejercer el control sobre el animal, los dueños no pueden impedir que se vuelva agresivo con personas o con otros animales. El resultado es que también se han incrementado de forma notable las intervenciones por mordiscos de perros, pasando de 26 a 44 en un solo año.
Hay que matizar que lo que más ha aumentado son los ataques entre perros, que el año pasado sumaron 25. Sin embargo, los casos en los que una persona fue la víctima no quedan lejos, puesto que fueron 17. En otros dos casos, canes y seres humanos resultaron heridos por el ataque del animal.
Con drones
Tampoco es fácil atajar esta práctica, porque los dueños de los perros no son tan descuidados para soltarlos delante de un policía municipal. Hace un par de años, en agosto de 2023, el 092 llegó a emplear drones en una zona verde para sorprender a los dueños de los animales que los llevaban sueltos, después de que se hubiesen recibido denuncias de víctimas de mordiscos. Se consiguió sancionar a varias personas, sin embargo, esta idea no se ha vuelto a poner en práctica.
Por otro lado, no se ha registrado ningún caso en el que se hayan registrado daños provocados por el animal. Sin embargo, un perro suelto, sobre todo si es de gran tamaño o de raza potencialmente peligrosa, siempre es imprevisible.