El Ayuntamiento presentó ayer una campaña para animar a los dueños de los perros a recoger las heces de sus animales. Bajo el nombre de 'Puede salir caro' se recuerda que la multa puede oscilar de los 100 a los 30.000 euros. Lo cierto es que la Policía Local apenas sanciona por esta causa, pero la alcaldesa, Inés Rey, promete mano dura: "Vamos a sancionar de una manera rigurosa, sin piedad".
Rey acaba de hacer estas declaraciones en Radiovoz, donde también comentó que en la ciudad hay 32.000 perros registrados, de manera que es imperativo que se cumplan las ordenanzas. Aunque se supone que es una minoría la que no recoge los excrementos, lo cierto es que es habitual verlos en la calle, generando olor y suciedad.
"Hay gente que sigue siendo objetora de conciencia a la hora de recoger las cacas y echar el agua cuando el perro hace pis. Y ya está bien", zanjó la regidora que asegura que en el "top five" de las peticiones que escucha cuando se da una vuelta por un barrio se encuentran, precisamente, las heces caninas. "Es evidente que no podemos poner un policía detrás de cada perro, pero vamos a empezar a sancionar. Nadie tiene por qué aguantar la suciedad que otros generan por la calle. Es un ejemplo de incivismo".
La alcaldesa recordó lo que ya había mencionado la concejala de Medio Ambeinte, Yoya Neira, de que la retirada de heces cuesta 360.000 euros a las arcas municipales. También se repartirán 10.000 portabolsas y 5.000 botellas a partir del lunes en todos los parques. "No estamos pidiendo ningún esfuerzo sobrehumano. Estamos pidiendo que se eche un poco de agua cuando el perro hace pis y que se recoja la caca de la calle", insistió, para luego añadir: "Yo a mis hijos nunca les he puesto a hacer pis y caca en la calle":