Los arenales coruñeses calientan motores de cara a la época estival. La temporada de baño comienza el domingo de la semana que viene y, desde hace días, ya pueden verse a las retroexcavadoras removiendo la arena para aplanar el terreno donde podrán disfrutar los bañistas. En cuanto a los perros, a pesar de que en la nueva normativa se menciona la posibilidad de instalar caniles, no se plantea hacerlo en ninguno de los grandes arenales, como Orzán, Riazor u Oza.
Los perros son los mejores amigos de los coruñeses, pero no dejan de ser un inconveniente para los bañistas que pasean descalzos o que se tumban para disfrutar del sol. Por eso, la nueva ordenanza prohíbe las mascotas a partir del 1 de junio, con excepción de la playa canina de Bens y, aunque el documento plantea áreas de esparcimiento para animales en otras playas, se trata de una medida hipotética, que no se pondrá en marcha. Por lo menos, la Concejalía de Medio Ambiente no se lo plantea este año.
La temporada de baño comenzará mucho antes de que se apruebe la nueva normativa, que tiene que pasar dos veces por el pleno, además de aguardar un período de 30 días de alegaciones entremedias. Si el Gobierno de Inés Rey apretara el paso, podría estar listo antes de agosto. De lo contrario, podría aprobarse en septiembre, a tiempo de entrar en aplicación antes de que termine la temporada de baño de este año.
La ordenanza de playas viene a llenar un vacío normativo, y sirve para regular la convivencia en un espacio público tan importante. Aunque, eso sí, el Ayuntamiento ha sido muy cuidadoso para no pillarse los dedos. No prohíbe ninguna actividad, como puede ser el uso de altavoces, a menos que sea molesta. Como no figura ninguna tabla de decibelios en la normativa, esto quedaría al arbitrio de las autoridades.