La falta de suministro eléctrico era algo, aunque pueda parecer un mal chiste, corriente durante todo el siglo XX. La vela de las tormentas, que se guardaba siempre a mano con una caja de cerillas o un mechero, era un clásico en los hogares cuando se producía un apagón, algo bastante habitual, sobre todo cuando azotaba un fuerte temporal. A medida que se iba modernizando la red eléctrica, los cortes eran más esporádicos y, sobre todo, duraban menos tiempo.
Si hay algún lugar del mundo famoso por los apagones, es Nueva York. El primero en tener repercusión mundial tuvo lugar en 1965. Fueron diez horas sin suministro que afectó a millones de personas, puesto que se produjo en el sistema que da servicio a Estados Unidos y Canadá. No sería el último, porque el que realmente se hizo famoso fue el de 1977.
Aunque con menos afectados, estos son algunos de los más importantes a los que se ha enfrentado la ciudad de A Coruña a lo largo de la historia.
Fue el primer gran apagón que sufrió A Coruña desde que llegó la electricidad. La avería la causó un barco velero que tocó con uno de los palos los cables de la fábrica de A Capela que mandaban el suministro hasta A Coruña. Al igual que ahora, en 2025, el estropicio también cortó los teléfonos, puesto que también se llevaron por delante los postes telefónicos. La luz volvió, al igual que pasó ayer, de madrugada y, de la misma forma, hubo muchos jóvenes que aprovecharon el momento para estar de fiesta.
Con el titular de 'La Coruña a oscuras' en la portada informaba El Ideal Gallego a sus lectores de la avería ocurrida en la instalación hidráulica de la Electra Industrial Coruñesa. Ahí el corte duró entre las ocho de la tarde y las doce de la noche y los tranvías no pudieron circular aunque la compañía aseguraba que los vehículos ya tenían problemas antes.
Las causas de los apagones solían estar provocadas por las inclemencias meteorológicas pero también había otras causas. En el caso del corte del 29 de marzo de 1919, tal y como publicaba El Ideal Gallego, había temor a que fuera un atentado anarquista, exactamente el mismo temor que surgió este lunes: "Apagar la luz para luego en la población hacer sabe Dios qué". La realidad era mucho más prosaica: unos gamberros habían serrado por completo el poste número 1.024 y parcialmente los números 1.023 y 1.025, además de perforar los 1.022 y 1.021.
Los apagones afectan a todo el mundo y los concejales no iban a ser menos. El 16 de diciembre de 1968 estaba fijado un pleno de la Corporación Municipal para las ocho de la tarde. A esa hora, justo un apagón dejó a oscuras buena parte de la ciudad. Solo duró media hora pero fue suficiente motivo para que se cancelase la reunión, que se dejó para mejor momento. El alcalde era Demetrio Salorio.
El apagón se produjo a la una y media de la madrugada y afectó a toda Galicia debido a un fallo en un alternador en el salto de Belesar. El suministro regresó a la ciudad a partir de las dos de la madrugada.
El corte se produjo a las cuatro y media de la madrugada. Las causas fueron, según decían los expertos de la época, la niebla y la sequía, que afectaron a los aisladores de los cables de alta tensión de la subestación de A Grela. El servicio no fue restablecido hasta las dos y media del mediodía, diez horas después. En aquel entonces, los troles no funcionaron y las empresas que necesitaban la luz para funcionar, casi todas, dieron descanso al personal. El corte volvió a repetirse al día siguiente durante casi doce horas, entre las cuatro de la madrugada y las cuatro de la tarde.
Fue hace solo 25 años, así que muchos todavía lo recuerdan. Fue el apagón más grave al que se enfrentó A Coruña desde el que sufriese en noviembre de 1976. La avería se produjo en la subestación de A Grela. La falta de suministro duró cerca de hora y media en gran parte de la ciudad, aunque la recuperación, al igual que la alegría, fue por barrios. En la zona de O Ventorrillo volvió a los pocos minutos pero en otras zonas se retrasó hasta casi tres horas. Los hosteleros fueron los más afectados. Según explicó la empresa, el corteafectó a un 40 por ciento del municipio y dejó sin servicio a más de 22.000 abonados. Así lo contaba El Ideal Gallego en su portada.
Justo un año y dos días después del gran apagón del año 2000, se repitió uno casi prácticamente igual. También afectó a la subestación de A Grela y se prolongó por espacio de unos cuarenta minutos. Afectó a la ciudad pero también a algunos de los ayuntamientos limítrofes, como Culleredo u Oleiros. En este caso, los afectados fueron unas 350.000 personas, toda la ciudad y parte del área metropolitana con algunas excepciones: los Rosales, parte de Monte Alto y la ronda de Nelle.