La autopsia practicada a Olivia G.Z. determina que la niña sufrió una "muerte violenta" y que la causa fundamental es compatible con un mecanismo de asfixia mecánica por sofocación que le produjo un edema agudo de pulmón.
El pasado 10 de junio el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' localizó en el fondo marino dos bolsas de deporte, una de ellas rota y vacía y la otra conteniendo el cuerpo sin vida de Olivia.
Agentes de la Guardia Civil practicaron el jueves pasado un sexto registro en el domicilio de Tomás Gimeno, en Igueste de Candelaria (Tenerife), en busca de sedantes o calmantes que pudiera haber administrado a sus hijas, sin que hallaran rastro de los mismos, han informado a Efe fuentes cercanas al caso.
El Delegado del Gobierno en Canarias cree que las posibilidades de hallar los cuerpos son “remotas”
La tarde del 27 de abril, Tomás entregó a su pareja un estuche lapicero con cinta de embalar, pidiéndole que no lo abriera hasta las once aunque ella lo hizo seis horas antes.
La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha agradecido la colaboración del Instituto Español de Oceanografía y de la treintena de personas que componen la tripulación del "Ángeles Alvariño", que han trabajado sin descanso.
La jueza ha pedido otra orden internacional para la detención por la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.
El buque oceanográfico continua con los rastreos en la zona donde se perdió la última comunicación del móvil de Tomás G., que había zarpado en su lancha primero con unas bolsas y posteriormente solo.