La tradicionalmente provechosa relación entre el buen tiempo y la hostelería, que cualquiera podría corroborar con solamente pasear por las principales calles de la ciudad, se ha convertido en un arma de doble filo para algunos empresarios. Es básicamente como tener un viñedo con la mejor cosecha posible, pero no tener quien recoja la uva. Así es como se siente Juan Rodríguez, quien, además de presidente de los vecinos de la Sagrada Familia, es uno de los empresarios más activos de la zona. Sin embargo, esa actividad puede irse al garete muy pronto si no encuentra mano de obra para los tres negocios de restauración que mantiene en el entorno.
No se trata de captar clientes, que de eso hay de sobra. Lo que necesita de manera urgente es quien atienda a esos cientos de habituales a los que cada vez cuesta más dar servicio. Por eso, Rodríguez ha querido aprovechar El Ideal Gallego y recuperar aquella antigua tradición, también habitual en las películas de espías, de los anuncios por palabras. No necesita ni uno, ni dos, ni tres. Lo que busca es entre cuatro y cinco personas con un único requisito: “Que quieran trabajar”. Así relata una situación que califica de “desesperada”. “Estamos sin personal ninguno, tenemos una carencia enorme y, si seguimos así, o cerramos o no hay manera”, relata. “En verano nadie está por la labor de querer trabajar”, añade.
Básicamente, el propietario del Mundial 82, el Rodríguez y la Bodega Berciana necesita camareros que quieran trabajar al amparo del convenio de hostelería. Ni más, ni menos (menos sería ilegal). “Hablamos de un contrato a jornada completa, con unos 1.200 euros al mes y un día a libre a la semana”, dice.
Sabe que no está para elegir. Por eso, las ganas son la única condición como antídoto al cierre. “Me da igual que sea hombre o mujer, la edad o el tipo de persona. Lo único que pedimos es que pueda trabajar, porque de lo contrario estoy condenado a cerrar”, reconoce.
A pesar de que muchos de sus compañeros de profesión se quejan del alto índice de bajas en los últimos meses, lo cierto es que Juan Rodríguez no tiene ni un empleado en esa situación. Lo que no tiene son trabajadores. La situación es muy semejante a la vivida hace un año, y que también consiguió solucionar gracias a un llamamiento público en este diario. “Ya no son 13 o 15 horas como se hacían antiguamente, sino que hoy a las ocho te vas a casa”, matiza sobre el convenio para el sector que, por otra parte, está empezando a ser revisado nuevamente por los empresarios y los sindicatos.
El empresario invita a todos los interesados en incorporarse al mercado laboral en este sector a dejar su currículum en el Mundial 82, situado en el número 12 de la calle Alberto Datas Panero. La recompensa parece asegurada y lo que en otra situación sería una entrevista de trabajo parece un trámite que quedará en segundo plano en favor de la necesidad y la urgencia.