‘Padreo’ y llenazo en A Coruña de un sublime Alejandro Fernández

El mexicano repasó la historia de su padre y de su país ante un público entregado
‘Padreo’ y llenazo en A Coruña de un sublime Alejandro Fernández
Alejandro Fernández, en el Coliseum / Patricia G. Fraga

Resulta más que ilustrativo que el último trabajo de Alejandro Fernández se titule ‘De Rey a Rey’, porque lo cierto es que el legado de Vicente Fernández se encuentra más vivo que nunca en la voz, las manos y la banda de su hijo. Medio siglo después de que el ‘Charro de Huentitán’ llenase por partida doble el Pabellón de Deportes, su hijo hizo lo propio en un Coliseum que colgó el cartel de no hay billetes. Lo hizo con un homenaje a la vida de su padre, de la historia de la música mexicana y, en mucha menor medida, de su propia carrera.

 

Pocas puestas en escena tan potentes han pasado por el Coliseum en los últimos tiempos. Y que por potente no se entienda en clave de decibelios, sino de personalidad, frescura, virtuosismo musical y conexión con el público. Apenas seis minutos después de la hora programada comenzó a salir al escenario una formación de una veintena de músicos ataviados de mariachis y que durante las siguientes dos horas dieron una lección magistral. De la misma guisa, de la que durante tantos años identificó mundialmente a su progenitor, salió Alejandro Fernández. Se vino abajo el Coliseum sin que entonase una sola nota. Lo cierto es que el traje le queda a la perfección (entiéndase como su capacidad para haber asumida esa bandera de la música nacional y salir airoso y ganador). “Muchas gracias A Coruña”, dijo antes de comenzar con ‘Que seas muy feliz’. Pocos o casi ningún respiro habría desde entonces, salvo para unas cuantas introducciones de canciones o contextos. Y lo cierto es que la voz de Fernández fue pletórica a lo largo de todo el bolo.

 

Para cuando anunció que dedicaba a todas las hembras del mundo ‘Es la mujer’ el griterío se volvió casi ensordecedor por parte de un público que identificó, recitó y se emocionó con todos y cada uno de los casi 30 temas. “Vamos a celebrar la vida de mi padre”, explicó Fernández antes de comenzar con ‘Esos celos’.

“Tenemos un sold out y estoy súper contento de venir de un país diferente a otro que ame nuestra cultura y nuestra música”, añadió antes de prometer una “noche maravillosa”. Y el nuevo rey cumplió su promesa con una asunción brutal del enorme espacio que quedaba en el trono. Eso sí, sus credenciales previas quedaron patentes cuando el Coliseum casi se derrite de emoción con ‘Hoy tengo ganas de ti’, tema que popularizó con Christina Aguilera. “He dejado de lado la música pop”, reconocería posteriormente antes de un medley de aquellos tiempos.

 

 

 

 

 

De entre las versiones ajenas al cancionero de su padre sobresalieron el ‘Abrázame’ de Julio Iglesias arreglado para mariachis y, sobre todo, una sublime ‘A mi manera’ de Sinatra: el solo de trompeta, los matices mexicanos y el epílogo vocal del propio Alejandro acabaron por poner a todo el Coliseum en pie y dejaron una ovación de varios minutos.

 

 

 

Se refugió en el escenario antes de regresar con un enorme sombrero blanco y pantalones de cuero marrón para homenajear a José Alfredo Jiménez, otro gigante de la música mexicana.

 

Faltaba que los que coronaron a su padre hicieran lo propio con Alejandro Fernández, y la reverencia fueron casi 9.000 personas en pie durante un buen rato en su adiós. ‘El Rey’ no se fue sin entornar su himno en el que seguramente haya sido uno de los conciertos que más han rozado la perfección en A Coruña en los últimos años.

‘Padreo’ y llenazo en A Coruña de un sublime Alejandro Fernández

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