La Policía Nacional registró este fin de semana dos nuevos robos en el centro de la ciudad, Uno de ellos, en la avenida de La Habana, junto al estado de Riazor. Las autoridades todavía no están seguras de si son los únicos hogares allanados, porque si sus habitantes se encuentran fuera de la ciudad, es posible que tarden días en presentar la denuncia correspondiente. En todo caso, es una prueba de que persiste el repunte de robos en domicilios que comenzó hace semanas. Los investigadores tienen en su punto de mira a los sospechosos habituales: las bandas de Europa del Este. En este caso, georgianos.
En los últimos años, A Coruña se había librado de lo peor en lo que se refiere a los robos en domicilios ese tipo de delito que causa especial temor entre la población. La visión del hogar, el refugio por antonomasia, allanado, la cerradura rota y las habitaciones revueltas generan una gran sensación de inseguridad. En 2018, se registró una cifra récord de 393 robos. Es decir, más de uno al día, que provocó una verdadera preocupación en la población pero las bandas, al ser de carácter itinerante, abandonaron el lugar en cuanto dieron unos cuantos golpes y otros fueron detenidos. A veces no en A Coruña, sino en otros puntos de España.
A lo largo del año ya se han realizado varios arrestos de individuos o grupos que actuaban en el casco urbano
La situación se calmó mucho durante los siguientes años, sin que dejara de haber robos tanto en A Coruña como en los chalés del área metropolitana, pero este verano parece haber un repunte que ha arruinado la buena racha que vivía la ciudad. De hecho, aunque su presencia se ha hecho notar más en las últimas semanas, la Policía Nacional consiguió desarticular una banda ya en el primer trimestre del año, un puñado de hombres que había actuado en A Coruña y alrededores. Procedían de Georgia, y acabaron en la cárcel de Teixeiro.
Desde entonces, cada pocos meses, los agentes de la Nacional han detenido a otros ciudadanos de países de Europa del Este de distintas nacionalidades, aunque abundan los croatas. La Policía Nacional advierte que se trata de profesionales, que conocen la forma de abrir cerraduras, muchas veces sin causar daño, y que realizan labores de vigilancia para estudiar el lugar antes de llevar a cabo el robo.
Las recomendaciones del 091 para no ser víctimas de un robo |
Cada verano, la Policía Nacional emite una serie de recomendaciones contra los robos en domicilios. Por ejemplo, comprobar que ventanas y puertas están bien cerradas, con todas las vueltas de llave, incluso si es durante poco tiempo porque también pueden ser |
Los ladrones buscan específicamente joyas, por su alto precio y su facilidad de transporte. Por eso escogen pisos que se encuentran en el centro, como la calle de Juan Flórez, porque son las zonas más caras de la ciudad y la posibilidad de encontrar un buen botín es mayor. En algún caso el valor de lo robado se sitúa en torno al millón de euros. En otros, como el robo que tuvo lugar la semana pasada en Donantes de Sangre, fue de 15.000 euros.
Una vez reúnen suficiente material, lo envían a su país de origen, donde pueden revenderlo. Localizarlas siempre es muy difícil, por eso las autoridades piden a las víctimas fotos de las joyas, para identificarlas.
Tampoco resulta fácil identificar su modus operandi. Mientras que algunos son, como ya se ha dicho, más sutiles, otros proceden a apalancar las puertas para entrar. Todo depende de la dificultad que suponga la cerradura. En algunos casos, se ha utilizado el método del resbalón, que consiste en introducir una tira de plástico entre la cerradura y el marco de la puerta. La forma de prevenir este problema es muy sencilla: basta cerrar con llave. Sin embargo, y a pesar de las recomendaciones de las autoridades, muchos no lo hacen.
Por otro lado, algunos de los detenidos eran en realidad mujeres, que operaban en solitario o en parejas. Los ladrones han descubierto que las mujeres despiertan menos sospechas entre los vecinos que un varón extraño en el interior de su comunidad. Cuando se cruzan con alguien, les hablan en inglés y fingen haberse confundido.
Además, emplean otros trucos, como colocar testigos en las puertas para asegurarse de que nadie ha entrado. A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional, los arrestos por robo en los que no ejercen violencia contra personas (nunca allanan un piso cuando sus residentes se encuentran en su interior) no permiten mantenerlos mucho tiempo en la cárcel. La mayoría sale al cabo de un par de semanas, lo que les permite continuar delinquiendo, o abandonar la zona para actuar en otro punto de España. Lo habitual es descubrir que han robado en varias ciudades. Pero las autoridades siguen investigando y están confiadas en que conseguirán acabar con este incremento de delitos.