Es habitual que en A Coruña se celebren actividades en las que pequeños autónomos exponen su mercancía en lugares como San Agustín o el Orzán. Pero es mucho más raro que particulares que deseen deshacerse de objetos encuentren un lugar físico donde hacerlo. Este fin de semana, Palexco es la localización perfecta, porque en él se celebra la tercera edición el mercado de segunda mano Tinglado, en que participan 140 particulares.
Por allí se pasó durante la mañana la directora xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade, María José Echevarría, que, dando ejemplo, llevaba una bolsa de la compra en la mano. “Xa comprei dúas ou tres cousas”, comentó. Para Echevarría, “o sitio é espectacular, os postos están magníficos, e a xente está a disfrutar” y reconoció que, en cierta forma, supone un regreso a lo analógico.
“O que tentamos facer é promover a utilización e, efectivamente, hai moito por internet, pero o que permite facer Tinglado é ver, tocar, algo que perdemos xa hai tempo. Iso é o bonito”. Gran parte del material en venta era ropa de mujer, que Echevarría justificó: “As mulleres facemos máis compra compulsiva que os homes –explico–; eles mercan o que precisan e non compran máis ata que rompe”.
El mercado es para cualquier cosa que se tiene en casa. Juguetes, libros, discos... Pero es la ropa lo principal. No solo en A Coruña, sino también en las otras ciudades gallegas en las que el Gobierno autonómico está llevando a cabo esta iniciativa (en Vigo se celebró en Navidad y en Ferrol, en febrero). Todos los que participan son particulares unidos por una misma razón.
“Tengo muchas cosas en el trastero y me dije: ‘Vamos a liberar muchas cosas de lo que hay arriba’”; explica Pedro Méndez, que trabaja en una guardería. Ya estuvo en presente en Ferrol, y ahora en A Coruña, donde vende la ropa de su abuela por precios entre 20 y 30 euros. Quizás un entendido en moda llegase a pagar mucho más por estas prendas vintage, pero a Méndez no le quita el sueño perder dinero. “Si no lo vendiera, se echaría a perder”.
“Es la primera vez que vengo a este mercadillo; tengo material para cuatro ferias acumulado en casa, y en vez de tirarlo, o donarlo, porque al final no sé si se dona o no, prefiero que la gente se lo lleve a un precio de dos o tres euros, y que lo reutilice”, dice María, quien asegura que no es nada difícil desprenderse de ello. “Es una cuestión de decir ‘esto no’ porque ya me ha dado servicio y puede servirle a otra persona”. Tinglado continúa hoy, en horario de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 20.30 horas.