Los barcos de la expedición de Loaysa salieron de Coruña, pero ¿a dónde llegaron?

Tormentas, deserciones, hambre, guerras: la expedición sufrió numerosas vicisitudes antes de que los pocos supervivientes pudieran volver diez años después a casa
Los barcos de la expedición de Loaysa salieron de Coruña, pero ¿a dónde llegaron?
Grabado de la expedición Loaysa a las Molucas | Biblioteca Nacional

Hace 500 años, desde el puerto de A Coruña partían siete barcos, con unos 450 tripulantes a bordo. Era la expedición que recibió el nombre de Loaysa, por el comendador que iba al frente, Fray García Jofre de Loaysa, con Juan Sebastián Elcano como capitán de la segunda nave. 

 

La 'Victoria', la 'Sancti Spiritus', la 'San Gabriel', la 'Anunciada', la 'San Lesmes', la 'Santa María del Parral' y la 'Santiago' partieron de A Coruña con una sola misión: la conquista del territorio rico en especias de las Molucas, 31.000 kilómetros más allá de la costa vigilada por la Torre de Hércules. Pero, ¿a dónde llegaron las naves? ¿Regresaron al puerto herculino? Las respuestas las sabemos gracias a la recopilación realizada por Tomás Mazón en su libro 'La vuelta al mundo maldita: La expedición de Loaysa'.

 

 

"La navegación debía hacerse en grupo o 'en conserva', con la nao capitana, la 'Victoria', encabezando siempre la flota y haciendo los avisos y señales pertinentes al resto de navíos mediante faroles de popa", explica Mazón, que define aquellos primeros días de navegación como "intensos" dado que las naves eran nuevas y su madera se iba aclimatando poco a poco al mar, dando especial trabajo a los calafates, encargados de ir ensablando todo. Entre ellos había varios coruñeses, que de seguro estuvieron bastante ocupados en estas semanas pero que ni se pensaban todavía lo que les quedaba por venir.

 

 

Así, tras una travesía que en el mes de agosto navegó hacia las islas Canarias, llegando hasta el puerto de La Gomera, en otoño siguió el perfil de la costa africana hasta la llamada entonces isla de San Mateo, ahora Annobón, en el golfo de Guinea. De ahí, tocó cruzar el Atlántico, una impresionante navegación que coronaron una vez pasado ya el año 1526 para llegar en los primeros meses al Puerto de Santa Cruz, el lugar en el que había estado la expedición de otro navegante histórico, Magallanes.

 

 

Fue en ese mes de enero, concretamente, señala Mazón, el 24 de enero, cuando se produjo la primera de las grandes tempestades que iba a sufrir la Loaysa. La 'Sancti Spiritus' encalló y terminó su aventura, aunque muchos de los que iban a bordo, entre ellos Elcano y otro de los dirigentes a bordo, Andrés de Urdaneta, lograron sobrevivir. La expedición perdió otras dos naves, aunque en diferente circunstancia. Tanto la 'Anunciada' como la 'San Gabriel" desertaron. De la primera nunca más se supo destino, mientras que la segunda fue hacia Brasil, donde se enfrentaría a tres navíos franceses. Finalmente, logró regresar a Galicia, llegando a Baiona en mayo de 1527. Otra que quedó también muy tocada por los elementos naturales fue la 'Victoria' que, según Mazón, "estuvo a punto de correr el mismo destino que la 'Sancti Spiritus'. Repararla fue obra, entre otros, de un coruñés, Alfonso (o Alonso) de Oro (o de Orogala). Era calafate y las crónicas le otorgan un rol destacado en la reparación de la nave 'Victoria' en el estrecho de Magallanes. Quedaba entonces la expedición de Loaysa con solo cuatro naves: la 'Victoria', la 'Santa María del Parral', la 'Santiago' y la 'San Lesmes'.

 

 

Tras superar la Tierra de Fuego, la incursión en el Pacífico llevó, unos seis meses después, a otra fuertísima tormenta que marcaría el destino de la expedición. La 'Victoria' se iba a quedar sola a partir del 1 de junio de 1526. La tempestad cerró el camino de la navegación y cada barco siguió un derrotero diferente. Si la 'San Lesmes' se cree que acabó llegando a varias islas pacíficas e, incluso, hasta la actual Australia, la 'Santa María del Parral' arribó a la isla de Mindanao, en Filipinas, aunque un motín a bordo terminó con la vida de su capitán. La nave 'Santiago', que era un patache, es to es, un barco ligero usado en tareas de reconocimeinto, apoyo y vigilancia, se encontró solo y sin poder almacenar víveres suficientes para cruzar el Pacífico. Así, se decidió poner rumbo hacia Acapulco, en lo que hoy es México, en una contrarreloj entre el hambre y la sed. 

 

 

 

En el camino hacia las Molucas perferían la vida en los siguientes meses, tan solo con cinco días de diferencia, el propio Loaysa y Elcano. "El cuerpo del comendador Loaysa fue arrojado al mar en mitad del océano Pacífico, a cuatro grados sobre el ecuador y a unos 1.700 kilómetros al sur de las islas Hawái", relata Mazón en su libro. 

 

 

Finalmente, la 'Victoria', la única superviviente de aquella inicial singladura iniciada en A Coruña llegó a su destino: Tidore, en las Molucas. Allí los españoles libraron una guerra que duró varios años, en la que el barco sufrió daños y en la que fueron ayudados por los refuerzos enviados por Hernán Cortés desde Nueva España -México- capitaneados por Álvaro de Saavedra. No fue hasta 1536 cuando los poquísimos marineros que habían sobrevivido a todo tipo de vicisitudes desde su salida de la costa herculina pudieron volver a casa, a la península ibérica. Nueve eran aquellos que se integraban en la expedición de Loaysa, según los datos recogidos por Mazón, sin que constara "el nombre de la nao" a bordo de la que iban a su llegada a Lisboa.

 

Sigue aquí la ruta de la expedición con el mapa creado por Tomás Mazón

 

 

Los barcos de la expedición de Loaysa salieron de Coruña, pero ¿a dónde llegaron?

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