Gasthof: el clásico coruñés que nunca falla

Gasthof: el clásico coruñés que nunca falla
La terraza del Gasthof de La Marina, punto de encuentro para generaciones de coruñeses. FOTO: cedida.

Corría el año 1976 cuando abrió sus puertas el primer Gasthof de A Coruña, en la calle Rubine. Un pequeño establecimiento frente a la playa de Riazor que a día de hoy sigue abierto. Fue fundado por tres hermanos coruñeses, hijos de hosteleros y con experiencia en el sector: Juan Ramón, Pepe y Atilano Sousa Santos. Uno trabajaba en la barra, otro en la plancha y el otro servía las mesas.


El éxito fue casi inmediato. Un concepto novedoso, el de la comida rápida, en una ciudad en la que las hamburguesas, los perritos calientes y los platos combinados eran todavía una rareza. Gasthof significa casa de comidas en alemán, un nombre extranjero que llamaba la atención. Su carta amplia servida con profesionalidad y rapidez acabaron por fidelizar al público coruñés. Cualquier persona que viva o haya pasado por esta ciudad ha probado alguna vez los bocadillos del Gasthof, sus platos combinados o sus tortitas con nata y chocolate para merendar.





Con los años llegaron más locales: en Federico Tapia (hoy cerrado), en La Marina, en Os Regos (Oleiros), en el Centro Comercial Cuatro Caminos, en el Polígono de A Grela, en el Orzán y en la calle Juan Flórez. Incluso han salido de la ciudad para asentarse en el Centro Comercial Área Central, en Santiago, y en el de Pontiñas, en Lalín. A la propuesta de comida rápida se unieron otros platos de comida tradicional, como el caldo gallego o los pescados y carnes de elaboración sencilla. Los primeros clientes de los años 80 y 90 empezaron a llevar a sus hijos, luego a sus nietos, y así sucesivamente hasta llegar a nuestros días. Gasthof se ha convertido en una empresa local y familiar con 45 años de historia. Un referente gastronómico en la ciudad con una oferta clásica que nunca falla.


Y como todo proyecto de éxito, este clásico se ha ido renovando a lo largo de los años. Hace apenas unos meses transformaron su mítica parrillada A la brasa, en la calle Juan Flórez, en otro Gasthof. Curiosamente, el local ya había sido un Gasthof hace años, y ahora reabre sus puertas con algunas novedades: por ejemplo, ofrecen algunos platos exclusivos, como un sandwich de atún y aguacate, unas tortitas con frutos rojos o la popular punta trasera que se servía en A la brasa. Y han introducido también una variación en el primer local, el de Rubine, que ahora es Gasthof Express, un nuevo concepto con un servicio en barra más rápido y dinámico.


Gasthof: el clásico coruñés que nunca falla

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