La medicina reumática de A Coruña se entrena en mundos virtuales. Como si de un videojuego se tratase, alumnos, residentes y los propios médicos se aprovechan de los avances tecnológicos para enfrentarse a situaciones que verán en su día a día clínico, en un entorno de riesgo cero para el paciente. El Chuac vuelve a marcar así el rumbo al ser el único hospital de España en utilizar gafas de realidad virtual para practicar un procedimiento para tratar una artritis de rodilla.
“Es una manera de aprender muy satisfactoria y muy novedosa. Y no hay nada hecho con anterioridad en nuestro país sobre este tema. La inflamación de una articulación por artritis es una patología que puede ser desde muy liviana a un problema muy importante”, explica Javier del Toro, coordinador del proyecto y jefe del servicio de Reumatología del Chuac, además de miembro del grupo de investigación de Terapia Celular del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic).
Cuando el sanitario se pone las gafas, aterriza en una consulta médica totalmente equipada con todo lo necesario, desde la mesa o el ordenador hasta el lavabo, el microscopio y todo el material necesario como jeringas, agujas, antiséptico o gasas.
El ‘juego formativo’ es tan realista que tras entrevistar al paciente, el profesional tiene que lavarse las manos y ponerse los guantes, exactamente igual que lo haría en la vida real. Acto seguido procede a realizar la artrocentesis, es decir, hacer una punción en la articulación y retirar el líquido para analizarlo. “Su color y su viscosidad nos da mucha orientación para saber si es un problema mecánico, inflamatorio o infeccioso”, explica el coordinador del proyecto.
De ahí se pasa al laboratorio. Con un microscopio se analiza la muestra para ver si tiene –o no– presencia de muchas células o de cristales. Si se da el segundo caso, puede estar relacionado con enfermedades como la gota, por ejemplo.
Este proyecto, en el que también participan ingenieros informáticos de la Universidad de Salamanca, ya nació hace dos años y recientemente recibió un premio sobre innovación tecnológica. Del Toro aplaude el “enorme grado de satisfacción” que reportan los que han hecho uso de esta tecnología: “Para el estudiantado, mejora mucho el conocimiento. Y para los médicos en formación, se enfrentan a una situación antes de que ocurra. Por lo tanto, mejora la confianza”.
Todas las semanas hay alumnos o residentes de Reumatología o Medicina de Familia que se sumergen en esta realidad paralela que no solo les permite aprender, sino que le da la seguridad al paciente de que ya hayan practicado antes la intervención, aunque sea en otra realidad.
Dado el éxito de este programa, desde el servicio ya se han sumergido en un nuevo proyecto que sigue la misma línea, solo que esta vez busca mejorar las competencias de la ecografía e infiltraciones en el hombro.