La sede central de Inditex, en el polígono de Sabón (Arteixo), ha crecido tanto en los últimos años que va camino de convertirse en una pequeña ciudad debido a la gran extensión de terreno que ocupa y al número de edificios existentes. En este recinto, los trabajadores disponen de diversos espacios y servicios. Uno de ellos es un mercado con productos locales que se celebra cada semana y que se ubica junto al comedor.
A esta feria acuden empresarios que venden productos de proximidad y artesanales. Para poder asistir e instalar un puesto de venta al público, es necesario contar con una invitación de la multinacional textil. Normalmente hay entre cinco y diez tenderetes que rotan con el tiempo.
Paula Patiño, de la empresa de agroalimentación de A Castrexa (de Cambre), es una de las personas más veteranas que participa en esta iniciativa. Empezó a acudir a este mercado hace unos siete años y repite cada vez que su actividad laboral se lo permite. Relata que no vende “mucho más que en otro mercado”, pero que es “una publicidad que no tiene precio”, ya que en el recinto de Inditex trabajan miles de empleados y muestra sus productos.
“Es un escenario precioso. Te ven desde todas las partes del comedor, es un escaparate”, señala Patiño, al referirse a la plaza en la que sitúan los tenderos.
A Castrexa vende bebida, frutas, miel en crema, mermeladas y artículos similares. El producto al que da más salida Paula Patiño en Inditex son los caramelos de miel rellenos de propolio. Preguntada por el motivo, esta empresaria cree que su éxito se debe al “envase” que trae, que consiste en una “cajita con asa” que “no pesa” y es fácil de llevar.
Patiño confiesa que “el público” al que se dirige este mercado es un “poco especial” y que no hay un patrón sobre las mercancías más vendidas. “Un día arrasan con las fresas, otro lo hacen con el chocolate y a lo mejor les da por el queso”, señala.
Otro de los productores que acuden a esta iniciativa que promueve la firma fundada por Amancio Ortega es Pilar Soteliño, de Avoa Makika. En su caso, vende mermeladas elaboradas con frutas recogidas en su casa o de sus vecinos. También cuenta con granola para desayunos. Tiene un obrador en Redondela (Pontevedra) y es una de las habituales del mercado.
“Se vende bien y tienes muy buena visibilidad. Estoy encantada”, asegura esta comerciante. Incluso ha conseguido establecer una red de clientes que la conocieron en Inditex.
Otra empresa que participa es Le Natt, que vende cremas de frutos secos sin gluten y tres variedades de granolas.
Uno de sus cofundadores es Leo Bellas, que destaca la visibilidad que ha tenido su negocio tras acudir a esta feria. “Funciona el boca a boca”, relata. También indica que esta iniciativa es una “maravilla” porque sirve para “conocer las opiniones de los clientes”.