Ray Loriga | “A la IA no le interesa ahondar en la buena literatura, porque no genera grandes beneficios”

El escritor pasó ayer por la librería Moito Conto para presentar su última creación literaria, ‘TIM’, una obra en torno a la identidad que se nutre de todos los autores de los que Loriga ha bebido desde sus comienzos en el mundo de la escritura
Ray Loriga | “A la IA no le interesa ahondar en la buena literatura, porque no genera grandes beneficios”
Ray Loriga visitó ayer A Coruña para presentar ‘TIM’ | Patricia G. Fraga

Hay días que a uno no le apetece ni salir de la cama y se cuestiona todos y cada uno de los aspectos de su vida. Algo similar le ocurre a la voz con la que Ray Loriga narra en ‘TIM’ (Alfaguara), su último libro, que aborda concepciones en torno a la identidad. Ayer visitó A Coruña para presentarlo en Moito Conto.

 

¿En qué momento nace ‘TIM’? 
Si es que nace (ríe). Siempre digo  lo mismo, no tengo un momento ‘¡Eureka!’ de que estaba en la bañera y se me ocurrió no sé qué... no hay una circunstancia que señale a... es más bien un proceso de rumores internos, de ideas que van confluyendo, en una dirección y, al final, dices: “Podría ser esto”. En todas las novelas ha sido siempre así. Dándole vueltas durante tiempo a ideas, a matices literarios de cosas que vas leyendo o has leído, sensaciones, encontrándoles un camino.

 

Habla de lecturas que le influyeron. Con ‘TIM’, en las entrevistas siempre le recordamos a Kafka o a Whitman, pero hay más.
Sí, claro. Lo bueno de tener un millón de influencias distintas es que no plagias exactamente a nadie (ríe), entonces te protege. Son muchos. En este libro en concreto puedo pensar desde ‘Los viajes de Gulliver’ a ‘Alicia en el país de las maravillas’, en Samuel Beckett, Calderón de la Barca, ‘La vida es sueño’ es esencial. Pero también la poesía de Elizabeth Bishop, Virginia Woolf, Joyce... pero sin compararme con ninguno de ellos, esos son los escritores que he admirado toda mi vida y que han ido perfilándome como lector y, por ende, como escritor.

 

Comentaba estos días que la literatura que más le gusta es la que tiene poca explicación, más allá de la propia belleza de la forma. Con obras como esta, ¿cómo se lo presenta a los editores y al público? 
Con los editores llevamos muchos años juntos, con la misma editora, y hay una relación de confianza literaria, asumen que vaya donde vaya, vienen conmigo (ríe), lo cual es una ventaja, porque no tienes el peso de, en cada libro, presentarles algo que les parezca comercial. En ese sentido me siento muy amparado. A los lectores... es difícil porque este tema de los medios y la comunicación, parece que hay que hacer un pitch de venta, un power point o algo así (ríe) y creo que no es el trabajo del escritor. El trabajo de un escritor es escribir el libro. O se explica a sí mismo leyéndose o no tiene explicación. Pero este y todos.

 

El discurso del personaje gira en torno a su identidad, preguntándose quién es, para qué... Mientras lo escribía, ¿se lo ha preguntado también usted? ¿Y ha encontrado respuesta? 
No tanto sobre la identidad del propio personaje, que es una voz narradora, que casi no se define en su aspecto físico ni tiene una forma concreta. Lo que le interesa a esta voz y lo que me interesa a mí es cómo se construye una identidad, es decir, se construye por el pasado, la memoria, las circunstancias, la memoria de los demás... por unos parámetros que se le escapan al área identitaria. Lo que me interesa es esa cuestión, cómo nos definimos con unos parámetros dados.
 

En los tiempos que vivimos y entendiendo la literatura como la entiende usted, ¿cree que en algún momento la IA podrá plasmar obras como ‘TIM’?
Creo que a la IA, como herramienta de la maquinaria de producción, no le interesaría nada ahondar en la buena literatura (ríe), porque no da dinero ni genera grandes beneficios. Estaría empleando una herramienta muy cara para una cosa muy pequeña e inútil (ríe), que es tan inútil y hermosa como la literatura. No creo que le interese, si es inteligente de verdad, por mucho que sea artificial, pensará que no merece la pena. Si se podría, ahora mismo no, porque los programas que veo tienen unos niveles de expresión muy pobres, se les ve el truco. Otra cosa es que se puedan crear literaturas formulaicas, best-seller, esos libros que las propias editoriales ya están cocinando con unos parámetros de venta, eso es probable que lleguen a poder hacerlo. 

Ray Loriga | “A la IA no le interesa ahondar en la buena literatura, porque no genera grandes beneficios”

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