Polémica en la feria medieval de A Coruña

El PP denuncia lo que considera un "agravio" al casco histórico

En tiempos medievales, los vecinos de la ciudad se aliviaban como buenamente podían. No había alcantarillas, ni retretes, ni agua corriente, así que el olor estaba a la orden del día. Sin embargo, los vecinos de la Ciudad Vieja no están dispuestos a pasar por lo mismo, ni siquiera los cinco días que dura la Feria das Marabillas, así que el Ayuntamiento suele instalar urinarios portátiles. 

 

El problema es que en esta ocasión han optado por un modelo abierto. La ventaja es que permite orinar a tres personas a la vez. La desventaja, que no es muy estético. Aquello ha provocado la respuestal del PP, uno de cuyos concejales, Carlos San Claudio, vecino del casco histórico, lo considera un agravio.

La polémica está servida. Los anacronismos no son raros en la feria medieval coruñesa, pero es cierto que nadie echa de menos una experiencia inmersiva que se basa en el mal olor. 

 

 

 

Polémica en la feria medieval de A Coruña

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