Construir un barrio ofrece un resultado muy distinto al urbanismo desorganizado que se vivió en los años 70 y 80. Como hoy, entonces también se vivió un frenético desarrollo de las ciudades, provocado por un aumento de la población. Pero en aquella época las normas urbanísticas eran muy distintas. Los requerimientos eran menos altos y los estándares, no tan rígidos. Eso permitió crear rápidamente viviendas baratas pero no de muy buena calidad al coste de un urbanismo saturado, sin espacios públicos, como puede verse en barrios como Os Mallos, la Sagrada Familia o Agra do Orzán. A día de hoy, se construyen otro tipo de barrios, como Xuxán y, muy pronto, Monte Mero, donde se va a poner en práctica el concepto de “superisla”.
Crear un barrio entero obliga a pensar en sus conexiones con el resto de la ciudad. En este caso, con Xuxán y con la Fábrica de Armas, en la que quedará enmarcado el nuevo barrio. La idea que figura en el estudio de impacto ambiental es que la mayor parte de las vías internas del barrio sean verdes y sostenibles. Es decir, que se dé prioridad a la movilidad peatonal y al carril bici en calles ajardinadas. Solo se permitirá a los vecinos circular por estas calles interiores.
La configuración incluye un gran parque y una plaza central con calles con comercio para hacer vida dentro del propio barrio
De esta manera, se prioriza la bicicleta, el autobús, y se fomentan espacios públicos de calidad. Es un concepto análogo al de “supermanzana”, que había presentado la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona cuando elaboró en los últimos años dos planes de movilidad para A Coruña con un coste total de 250.000 euros para las arcas municipales. La conclusión fue siempre la misma: crear supermanzanas de unas dimensiones aproximadas de 400 por 400 metros de manera que los coches circularían por grandes arterias.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Supone enfrentarse a muchos vecinos que están acostumbrados a circular por su barrio con libertad, y que no tienen un garaje donde estacionar. Es mucho más fácil hacerlo en un barrio creado ex novo, donde los residentes todavía no se han acostumbrado a una cierta manera de vivir en él.
De todos modos, Monte Mero no es el primer proyecto en poner en práctica esta filosofía. El año pasado, para el desarrollo del Parque de Oza, el Ayuntamiento había firmado un convenio con la junta de compensación del polígono que se compromete a “generar supermanzanas y nuevas centralidades urbanas”. El objetivo es “crear espacios de relación capaces de atraer a nuevos residentes” y de un “salón urbano”.
CIFRAS |
979 plazas |
61.345 metros |
30 metros |
Se llame ‘superisla’ o ‘supermanzana’, el plan para urbanizar Monte Mero pretende reducir el tráfico de los vehículos privados y el aparcamiento en superficie y aprovechar el espacio para crear más zonas verdes.
Y no solo zonas verdes: también se espera mejorar así la calidad del aire, instalar zonas de juego y de estancia, y crear “microclimas más agradables y fomentando la biodiversidad urbana”. Será el primer barrio coruñés que introduce estos conceptos, dado que Xuxán, que cuenta también con un gran espacio central y paseos arbolados, fue “humanizado” a posteriori, cuando el ayuntamiento procedió a su urbanización, introduciendo las mejoras de las que ahora disfrutan los vecinos.
Monte Mero contará con una plaza central y una configuración de calles bastante “tradicional”
pero esto será positivo para que los vecinos puedan hacer su vida en la calle (a fin de cuentas, el barrio está muy alejado del centro). Quedan otros detalles por aclarar. Por ejemplo, algunos expertos de urbanismo apuntan a que será necesario hacer el parque más grande y suprimir alguna de las parcelas comerciales. No son necesarios dos supermercados, cada uno con su aparcamiento.
Pero el estudio en sí ha dejado una buena impresión. Sobre todo, porque prioriza la movilidad peatonal, lo que está muy en boga en todas las ciudades europeas. Pero no cabe duda de que particulares y entidades como el Ayuntamiento presentarán alegaciones.
Acceso a Alfonso Molina
El tráfico que no es vecinal tendrá que circular por el exterior del barrio, un cinturón que conecta con el viario de Xuxán a través de la calle Galán y con la avenida de Montserrat y también la avenida de A Pasaxe (vial l IC01). Es más: los vecinos de Monte Mero podrán entrar y salir directamente de Alfonso Molina mediante el viario IC03. A partir de este cinturón perimetral se dispondrá una conexión con Xuxán en la calle Carré Alvarellos. Estas conexiones tendrán secciones de entre 16 y 22 metros de ancho.
En total, la red viaria que propone el estudio de impacto ambiental suma 61.345 metros cuadrados, y contará con 979 plazas de aparcamiento públicas situadas en los viales interiores, de las cuales diez son para conductores con movilidad reducida.