Tras un domingo de intenso calor, que incluso dejó a la ciudad de A Coruña en alerta amarilla, la semana empieza con un clima muy distinto. Y es que las altas temperaturas, unidas a la gran humedad, hicieron que este lunes despertase con la ciudad escondida tras un manto de densa niebla.
Irreconocibles estaban las playas urbanas coruñesas después de una jornada dominical en la que apenas hubo espacio en el arenal para todos aquellos que quisieron sacarse de encima el calor con un refrescante chapuzón. Finalmente, la alerta amarilla dejó altas temperaturas, pero que no llegaron a superar los 30 grados y se quedaron en los 26,6 de máxima marcados en la estación de MeteoGalicia de la Torre de Hércules.
Estas altas temperaturas, unidas a la importante humedad que suele haber ya en A Coruña -y que este lunes tocó el 100%-, hizo que durante esta noche se fueran formando nieblas que a partir de las nueve de la mañana engulleron la ciudad, al igual que ocurrió en la mayor parte de la costa atlántica gallega, según MeteoGalicia.
Así, los pocos que caminaban esta mañana por el Paseo Marítimo se encontraron con que podían ver muy poco más adelante de sus propios pies, ya que la niebla era tan densa que apenas dejaba lugar a la visibilidad. Un panorama muy distinto al del fin de semana, en el que la zona, ya fuese por la afluencia a las playas o a los conciertos de Riazor del Festival Noroeste Estrella Galicia, estuvo tremendamente concurrida. Y del bañador y la gorra, se ha pasado, incluso, a necesitar una chaqueta fina, porque las temperaturas, pasadas las once, aún no conseguían superar los 17 grados, según los datos de la estación de la Torre.
Pero la niebla no solo se quedó en el litoral playero, sino que conquistó todo el centro de la ciudad, dejando nublada también la zona de O Parrote y hasta la plaza de María Pita.
Después del sofocante fin de semana, MeteoGalicia predice una bajada considerable de las temperaturas en A Coruña para los próximos días, en los que los termómetros no bajarán de los 23 grados, pero que tampoco se acercarán a los valores que pusieron a la ciudad en alerta.
La densa niebla también obligó a primera hora a desviar dos vuelos que deberían haber aterrizado en Alvedro. El Vueling procedente de Barcelona, que debería haber tomado tierra en A Coruña sobre las nueve y diez, tuvo que hacerlo finalmente en Santiago, mientras que el Easy Jet de Ginebra con llegada prevista a las 09.25 también acabó en el aeropuerto compostelano.