La subdelegación del Gobierno tiene desde este martes una placa que homenajea al que fue el último gobernador civil republicano de A Coruña. Francisco Pérez Carballo fue asesinado en 1936, cuando solo tenía 25 años, y poco después también fue ajusticiada su esposa, Juana Capdevielle, que estaba embarazada.
Durante el acto, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, apeló a la importancia de "coñecer a verdade e manter viva a memoria para loitar contra a violencia política e os totalitarismos”.
En el acto participaron, además, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, la subdelegada provincial, María Rivas, el diputado provincial, Bernardo Fernández, y el rector de la Universidad de A Coruña, Ricardo Cao, así como el sobrino de Pérez Carballo, Francisco Pérez-Carballo Veiga.
María Rivas, ha expuesto que esta pareja “representa no solo el compromiso con la legalidad democrática sino un proyecto de vida truncado por la violencia”. Rivas ve esencial “reconocer la deuda que hay con las personas que sufrieron la represión por defender la democracia”.
Por su parte, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha manifestado que en esta ciudad “no hay espacio para el olvido ni la indiferencia delante del horror” y ha proclamado un “nunca más al fanatismo, nunca más a un estado que castiga el saber, la libertad y la esperanza”.
Esta es una oportunidad, según ha señalado Bernardo Fernández, de “recuperar sus nombres para que las generaciones futuras” sepan lo que ocurrió. Todos ellos han hecho un llamamiento para que las administraciones cumplan la Ley de memoria democrática y “recuperar los cuerpos de los que siguen desaparecidos para entregárselos a su familia”, como ha apuntado.
La placa se coloca cuando se cumplen 89 años del asesinato del gobernador civil y su mujer, a manos de los golpistas, y se enmarca en las actividades programadas por la Delegación del Gobierno en conmemoración de los 50 años de España en Liberdade, el plan del Gobierno de España que busca reocnocer a las víctimas de la represión franquista.
Francisco Pérez Carballo era abogado, profesor universitario y militante republicano y en 1936, con solo 25 años, el Gobierno de Azaña lo nombró gobernador civil. Al producirse el golpe de Estado, resistió en la sede del Gobierno Civil, donde actualmente está la biblioteca de la Diputación, hasta que se vio obligado a entregarse. Fue detenido y encarcelado en la prisión de la Torre de Hércules, donde poco después fue fusilado. Mientras estaba entre rejas le escribió una conmovedora carta de despedida a su mujer, Juana Capdevielle: “Juana! Fuches o máis fermoso da miña vida. Onde estea e mentres poida pensar, pensarei en ti. Será coma se estiveramos xuntos. Bico o teu anel unha vez cada día. Quérote. Paco”. Ella, intelectual y bibliotecaria, fue también detenida y apareció muerta a tiros un mes después cerca del municipio lucense de Rábade.