Las carabelas portuguesas atacan de nuevo. Este jueves, en las playas de Matadero y San Amaro han aparecido decenas de ellas, como ya había ocurrido con anterioridad en otros arenales de A Coruña.
El verano continúa y esta especie, también. Parece que se han acostumbrado a las playas herculinas y se resisten a abandonarlas, poniendo en peligro algunas competiciones, como la Travesía de San Amaro, que hace un año, esta prueba tuvo que ser suspendida por el mismo motivo.
Esto es debido a las corrientes calientes que se dan en el mar y atraen a estos organismos marinos, los cuales tienen una picadura que suele provocar un dolor intenso e inmediato.
En casos más graves, pueden aparecer mareos, vómitos, calambres musculares o malestar general, lo que exige atención médica.
Diversos especialistas advierten de que el riesgo no termina en el agua: cuando la marea las arrastra hasta la orilla, siguen siendo igual de peligrosas. Incluso muertas, los restos conservan la capacidad de liberar toxinas durante varias horas.