La campaña municipal de control de recogida de heces caninas concluyó este viernes con un balance de 73 sanciones tramitadas por la Policía Local. Esta iniciativa, dirigida a combatir los comportamientos incívicos relacionados con la tenencia de animales, se centró de forma especial en el incumplimiento de la obligación de recoger las deposiciones caninas, conducta tipificada como infracción en la ordenanza municipal de protección y tenencia de animales.
La acción comenzó con una fase informativa en la que se distribuyeron 10.000 dispensadores de bolsas y 5.000 botellas para diluir la orina, junto con acciones de concienciación en parques y espacios públicos. Una vez finalizado ese periodo informativo, desde el 7 de julio se intensificó la vigilancia y se aplicó el régimen sancionador recogido en la normativa. La concejala de Seguridad Ciidadana, Montse Paz, destacó que “esta campaña permitiu actuar contra comportamentos incívicos que afectan ao coidado da cidade e á convivencia. A maioría da veciñanza cumpre coas normas, pero é importante lembrar que a limpeza dos espazos comúns é unha responsabilidade compartida”.
Las infracciones fueron detectadas de forma mayoritaria en zonas de gran afluencia en horarios de mayor tránsito, y las sanciones aplicadas pueden llegar hasta los 500 euros. Con el cierre de la campaña finaliza el operativo extraordinario de control.
No obstante, desde el Gobierno municipal subrayan que la ordenanza municipal de protección y tenencia de animales sigue plenamente vigente y que la Policía Local continuará realizando labores de vigilancia para controlar y sancionar conductas incívicas como no recoger los excrementos de los perros o no llevar la botella para limpiar la orina, un hecho que también se sanciona. Así, el Ayuntamiento recuerda que recoger las deposiciones y limpiar la orina son obligaciones legales y también un compromiso con el bienestar común y la imagen de la ciudad.
En otro apartado, una de las infracciones más frecuentes que cometen los dueños de animales es soltarlos en las zonas que no están habilitadas para ello. Tanto es así que, durante el último año estas se han disparado. Si la Patrulla Verde de la Policía Local tuvo que actuar en once ocasiones en 2023 por avisos de perros sueltos, en 2024 fueron 47. Es decir, que se cuadriplicaron en un año.
También se incrementaron de forma notable las intervenciones por mordiscos de perros, pasando de 26 a 44 en un solo año. Hay que matizar que lo que más ha aumentado son los ataques entre perros, que el año pasado sumaron 25. Sin embargo, los casos en los que una persona fue la víctima no quedan lejos, puesto que fueron 17.