El Ayuntamiento de A Coruña descarta los toldos en La Marina: los árboles ya han crecido

En 2020 fue necesario cambiar las hayas y prunus que se morían por 40 magnolias y moreras
El Ayuntamiento de A Coruña descarta los toldos en La Marina: los árboles ya han crecido
La Marina está llena de transeúntes a todas horas | Quintana

Hace ya una década que se abrió al público la explanada de La Marina. Lo hizo el Gobierno de Xulio Ferreiro, pero el proyecto provenía de Carlos Negreira, que quería ofrecer a la ciudad una de las mayores peatonalizaciones de su historia. A pesar de que esa (la de peatonalizar) ha sido la política seguida invariablemente por todos los gobiernos locales, sin importar su color, la obra de La Marina, fue muy criticada. Especialmente por la Marea que, cuando estaba en la oposición, señalaba que no había zonas de sombra. Se planteó  incluso instalar toldos porque los árboles plantados eran raquíticos. Fue necesario hacer una replantación en condiciones en 2020 pero el Ayuntamiento no se plantea hacer ningún cambio importante en un espacio que se ha convertido en emblema de la ciudad.


La Marea Atlántica siempre se había mostrado muy crítica con la obra de La Marina. En primer lugar, por el alto coste en medio de una crisis económica, disparado sobre todo por el túnel que fue necesario construir para soterrar el tráfico. Y, en segundo lugar, porque la gran explanada estaba desnuda, y no ofrecía cobertura contra el sol. El concejal de Urbanismo, Xiao Varela, destacó durante la campaña electoral: “É unha explanada importante e aquí, en agosto, vai a petar o sol, non nos vamos a enganar, e o que queremos é que se poida empregar con comodidade”.

 

La gran explanada es la primera imagen de la ciudad que reciben los turistas de los trasatlánticos


Se habían plantado árboles: camelios, hayas y prunus, pero tardarían mucho en crecer. Es más, no podrían desarrollarse demasiado porque la explanada se encontraba sobre suelo ganado al mar. La solución provisional que se le ocurrió a la Marea fueron unos toldos, a semejanza de los que se extienden en las ciudades del sur durante lo más tórrido de la canícula. “O que se fará é unha medida provisional a base de toldos”, había prometido. Estos lugares de sombra se iban a colocar en la zona infantil.


Nunca llegó a concretarse, lo que no significa que a lo largo de estos años no se hayan hecho mejoras en La Marina. Los árboles que se plantaron en 2015 desaparecieron en 2020, cuando se acumuló la tierra de las zonas verdes en forma de montículos, lo que ofreció a los árboles más espacio en el que extender sus raíces. Esta reforma, llevada a cabo en octubre de ese año por el Gobierno de Inés Rey, conllevó eliminar algunos ejemplares enfermos e introducir otros, como las moreras que ahora manchan con sus frutos el pavimento. Pero, gracias a eso, los árboles tienen ahora una altura más respetable.


El banco corrido


Una de las primeras modificaciones que se llevaron a cabo en el flamante espacio despejado de 18.000 metros cuadrados en el centro de la ciudad fue, curiosamente, una barrera. Desde un primer momento, el alcalde Xulio Ferreiro se había mostrado a favor de instalar un cantil para prevenir que los peatones cayeran a las aguas de la Dársena deportiva.


Pero, como tantas otras cosas, estas medidas de seguridad tardaron en adoptarse. En marzo de 2017, se registraron dos ahogamientos de noche. Ambos eran jóvenes que se encontraban de fiesta, quizás algo bebidos cuando se precipitaron al mar. Aquel mayo se registró un nuevo incidente, con una furgoneta del servicio de mantenimiento del túnel de la propia Marina y O Parrote que estaba estacionada en la zona y que cayó al agua.


En junio de ese mismo año, se instalaron bancos corridos que abarcan gran parte del perímetro, a un metro del borde, así como vallas en las escaleras que llevan a ras de agua. Esto no evitó que se produjeran incidentes, dado que el banco deja libre el lado norte de la dársena, el que se encuentra en el extremo de O Parrote. El último accidente fatal tuvo lugar en diciembre de 2022, cuando murió un trabajador del puerto de 55 años, de nacionalidad peruana. Desde entonces, no se han vuelto a registrar siniestros tan graves, aunque de vez en cuando ha habido que lamentar algún susto.

 

 

CIFRAS

54,3 millones
de euros fue el presupuesto que permitió transformar La Marina y O Parrote en una de las mejores zonas de recreo de la ciudad

55.000 metros
cuadrados es la superficie conjunta de La Marina y O Parrote, de los cuales más de 18.000 pertenecen a la primera

43 ejemplare
se plantaron en el nuevo espacio durante su inauguración en 2015 pero cinco años después se replantaron otros nuevos

530 metros
de longitud tiene el túnel de  La Marina, que también es el   del gálibo más bajo de los seis  túneles de la ciudad, tan solo  3,2 metros


Por zonas


Aunque el Ayuntamiento invirtió millones de euros para obtener un gran espacio al aire libre, una vez acabado lo primero en que se piensa es llenarlo de vida, de actividad. La mayor parte del tiempo, La Marina es el lugar donde los coruñeses van a pasear junto al puerto y donde los niños juegan en la zona infantil.


Sin embargo, con el paso de los años, se han distinguido tres zonas con funciones diferenciadas: la primera es la más próxima a la Autoridad Portuaria, casi a la entrada de Palexco, donde se suelen instalar exposiciones  de paneles como la que tuvo lugar en marzo: ‘Non calarás’, organizada por la Diputación o la de hace un año, en la que se hacía un recorrido histórico por el puerto herculino. La segunda zona es la que discurre en paralelo a las galerías. Normalmente, es la que recorren los coruñeses para dar un paseo, por lo menos aquellos que prefieren un lugar menos recogido que los Cantones o que la calle Real y que llegan hasta San Antón.


A menudo, este paseo está amenizado por artistas callejeros que se sientan en el banco corrido, con instrumentos y con altavoces. También es un lugar de tránsito, para los que llegan en su caminata hasta San Antón, y donde circulan más bicicletas mezcladas con peatones, a pesar de que la normativa lo impide. Muchos de los turistas que descienden de los grandes cruceros de la ciudad se encuentran con este espacio de tránsito, que se convierte así en la puerta de entrada de la ciudad para los que la contemplan por primera vez, antes de internarse en la Pescadería o el casco viejo.


Aun así, el gran espacio de esta zona también se ha llenado con exposiciones, como la del año pasado, ‘A Galicia inédita. Unha ollada diferente do fotoxornalismo galego’, que durante todo un mes permitió a los transeúntes echar un vistazo al trabajo de los fotoperiodistas de toda Galicia. En total, 73 imágenes, que no encontraban cabida en el espacio detrás de la Autoridad Portuaria, de manera que se dispuso a todo lo largo de la zona del paseo, para demorarse en el camino.


Y por supuesto, está la tercera zona, la más cercana a O Parrote, que muchas veces se funde con ella. Allí es donde muchas veces se han celebrado conciertos, y ferias, de todo tipo, puesto que está totalmente despejado, sin árboles ni bancos. Aquí han encontrado acomodo muchos eventos que se celebraban por primera vez en la ciudad, como los Street Games de 2022. También se han celebrado más recientemente las pruebas de la triatlón entre el 31 de mayo y el 1 de junio de este mismo año. El gran espacio también ha permitido eventos como el EcoRallye donde hacía falta disponer  muchos coches.

 

Algunos señalaron que era una zona demasiado expuesta al sol pero otros la consideran por eso disfrutable


De hecho, la nueva Marina ha permitido al Ayuntamiento llevar las pruebas deportivas hasta el centro de la ciudad, como no se podían hacer hasta ahora. Normalmente, el recorrido favorito para estas pruebas es el Paseo Marítimo (y sigue siéndolo) pero el gran espacio que ha generado la Marina y su extensión por O Parrote ofrece una alternativa atractiva.  


En realidad, cuando los coruñeses han querido encontrase con el océano siempre se han dirigido hacia el Paseo Marítimo, pero La Marina ofrece otro aspecto totalmente distinto del Atlántico, el de la ría, mucho más tranquila. Sin olas que la batan continuamente, los vecinos pueden verse reflejados en el espejo de la gran lámina de agua de la dársena.


Son las dos caras de la misma moneda, aunque Riazor y Orzán siguen siendo las playas más populares, también O Parrote ha sido un lugar tradicional de baño de los vecinos y usuarios de LA Solana. Ahora mismo se encuentra en obras para convertirlo en una verdadera zona acuática, con una plataforma flotante y un edificio de servicios. Eso significará más paseos por La Marina y más encuentros con el mar, que es para lo que se pensó. 

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