Le Tavernier volverá a estar operativo y a pleno rendimiento este fin de semana. El pub de La Marina podrá reabrir sus puertas después de haber presentado en tiempo y forma las alegaciones correspondientes y a la propuesta de cierre de tres meses realizada por el Ayuntamiento de A Coruña. Según fuentes cercanas a la gerencia del establecimiento el compromiso es archivar el expediente, al haber dado por buenas las justificaciones y la documentación remitida, aunque también ha pesado notablemente el hecho de ser considerado un local ejemplar, modélico y sobre el que no pesa un solo antecedente de disturbios o quejas vecinales.
Tal y como informó El Ideal Gallego el pasado 13 de mayo, sobre Le Tavernier había una propuesta de cese de actividad, debido a una medición de sonido realizada durante el mes de diciembre, en la que se había superado el máximo de decibelios permitido. La propiedad ya había abonado una multa de 15.000 euros derivada de la denuncia, pero, tal y como ocurre habitualmente, el pago de la misma no exime del cumplimiento de otras obligaciones que decida Disciplina Urbanística.
De hecho, como medida de precaución, pero también una demostración de buena voluntad, Le Tavernier ha seguido trabajando durante los meses previos a la propuesta de sanción y hasta hace dos semanas o bien con la música a un volumen muy bajo o, como más recientemente, directamente con ella apagada. De hecho, no ha sido el primero ni el único en curarse en salud de esa manera y otros como La Luisa han optado por una decisión semejante. La situación se produce en pleno debate sobre el modelo de ocio nocturno y los márgenes con los que podrán trabajar los locales con equipos de reproducción de sonido.
En un principio, Le Tavernier debería haber abierto sus puertas durante el día de ayer, aunque la burocracia y algunos pequeños flecos pendientes impidieron que recibiera el visto bueno del Ayuntamiento a tiempo. De hecho, el último de los papeles remitidos fue un plano del local, que completó todo el proceso de información necesario para garantizar la viabilidad de la reapertura. La intención es poder contar con el cada vez más numeroso público de los jueves para celebrar la vuelta de uno de los iconos de La Marina y uno de los lugares preferidos por un público un poco más adulto.
La sanción a Le Tavernier y La Intrusa, unido al del premiado La Barbería del Orzán, provocó la organización de un grupo de hosteleros y, posteriormente, la actual mesa de negociación.