La Guardia Civil y la Policía Local de Culleredo tuvieron que acudir este jueves por la mañana hasta el espacio en el que están aparcadas las caravanas de los feriantes que estos días de verano permanecen en la zona para instalar sus casetas y atracciones en las fiestas patronales.
La razón fue una grave pelea desatada entre estos feriantes por la ubicación tanto de las atracciones como de las caravanas en las que viven. "Iban a aparcar donde no les pertenece", proclamaba una de las feriantes en la zona. La reyerta se produjo entre los miembros más jóvenes de dos familias, que fueron los principales implicados.
Durante la trifulca, los feriantes llegaron a agredirse con navajas y otros tipos de armas blancas, lo que provocó heridas a una persona, que fue derivada al Chuac. Según fuentes cercanas, la víctima es un hoven menor de edad.
Las fuerzas de seguridad, de la Guardia Civil de Culleredo y del puesto de Cambre, así como la Policía Local cullerdense pusieron fin al altercado y se ocuparon de las detenciones de los implicados.
Finalmente se han producido tres detenciones, uno por la agresión y otras dos personas por tenencia de armas. Además, en el lugar de los hechos fue incautada una escopeta de calibre 12 de cañones recortados, aunque en la reyerta no se produjeron heridos por arma de fuego.
En total, en la zona de las fiestas de O Burgo estuvieron desplegados 25 efectivos entre Guardia Civil y Policía Local de Culleredo.
También acudieron hasta el lugar el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, así como el concejal de fiestas, que estuvieron mediando entre las familias -en este caso, con los miembros de más edad- para aclarar también los lugares de ubicación de caravanas y atracciones que habían desatado la trifulca y para que estos se comprometan a que el conflicto quede aparcado de forma definitiva. Será el jefe de la Policía Local de Culleredo el que se encargue de negociar de forma concreta con cada familia la ubicación definitiva de los vehículos y los negocios de los feriantes.
Durante la celebración de las fiestas permanecerán miembros de las fuerzas de seguridad, por si hubiese más altercados. De hecho, el alcalde ya avisó que de producirse nuevas peleas se verá obligado a suspender las fiestas de O Burgo.