No es único el caso de Francisco Miguel, el pintor coruñés asesinado en 1936 que será enterrado en San Amaro este año tras más de ocho decenios en una fosa común. Cuando el Ayuntamiento coruñés se encontró en su mesa con la petición de inhumación de este artista por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), desde Medio Ambiente se le recordó que existían al menos dos precedentes. Es decir, que otros artistas significativos habían sido acogidos en el bicentenario cementerio herculino aunque, en el momento de su muerte, no disponían de tumba en el recinto.
El primer caso fue, según apuntas fuentes municipales, el de Luis Seoane, quien tras el inicio de la Guerra Civil, al saberse perseguido, decidió escapar de España a su Argentina natal y evitó así la muerte que sufrieron, entre otros compañeros artistas, Luis Huici y el propio Francisco Miguel. Seoane falleció en la ciudad el 5 de abril de 1979 y fue enterrado al día siguiente en una distinguida sepultura subterránea del tercer departamento. Intelectuales, escritores y artistas de toda Galicia acudieron a la inhumación, al igual que políticos como el entonces conselleiro de Cultura, Marino Dónega Rozas, o concejales del Ayuntamiento.
Justo al lado de Luis Seoane yace Francisco Lloréns Díaz, el gran paisajista que cuenta con una exposición permanente en la Fundación Barrié. El 5 de mayo de 1989 los restos de Lloréns y los de su esposa fueron inhumados en San Amaro, después de haber permanecido 41 años en el cementerio de La Almudena, en Madrid. Al acto asistieron Francisco Vázquez y Joaquín Arias y Díaz de Rábago, entonces alcalde coruñés y vicepresidente de la Fundación Barrié, respectivamente.
más víctimas de la represiÓn en el bicentenario lugar |
No será Francisco Miguel el único fusilado enterrado en San Amaro en una tumba. |