Francisco Miguel yacerá en San Amaro tras 86 años en una fosa común

El Ayuntamiento ha autorizado el enterramiento del pintor coruñés ‘paseado’ en 1936 en Carballo
Francisco Miguel yacerá en San Amaro tras 86 años en una fosa común
Retrato de Francisco Miguel publicado en 1933 en la revista mexicana ‘Todo’ | MANUEL ÁLVAREZ BRAVO

El 11 de abril, el Palacio Municipal de María Pita acogió un acto insólito en Galicia: los restos mortales de los coruñeses Juan Boedo Pardo, Pedro Pinilla Calvete y Andrés Pinilla Fraga, represaliados en 1936, fueron honrados en el salón de plenos antes de ser enterrados en el cementerio de San Pedro de Visma. La fosa común en la que estuvieron desde su ejecución, cavada en el cementerio de Bértoa (Carballo), incluía una persona más: el pintor coruñés Francisco Miguel, que será el próximo homenajeado.


El 20 de enero de 2025, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que preside Carmen Rodeja, presentó una solicitud para que el Ayuntamiento de A Coruña autorizase que el artista fuese enterrado en el bicentenario camposanto “pola importancia cultural (...) e polo desexo da súa familia”. “Levar ao pintor (...) ao camposanto de San Amaro terá fondo impacto social e cultural ao ser unha acción simbólicamente significativa dispoñelo no nobre lugar no que A Coruña conserva a memoria doutras senlleiras personalidades”, añade en ese escrito. Adjuntaba a la petición abundante documentación, que ha sido estudiada por la Concejalía de Cultura. Al tiempo, esta preguntó a la de Medio Ambiente si había disponibilidad en dicho cementerio: “No existe ningún inconveniente técnico en realizar la inhumación en la zona de tierra del departamento cuarto”, fue la contestación. Tras el estudio y la consulta, el Ayuntamiento ya ha aprobado la solicitud y, por tanto, Francisco Miguel será enterrado en la misma zona en la que se encuentran Manuel Murguía y sus hijos. El acto se celebrará este año.


Se pondrá así punto final a una historia que comenzó tras el golpe de Estado y el inicio de la represión en A Coruña, cuando la familia empezó a temer por la vida de Francisco Miguel. Fue detenido por primera vez el 3 de agosto de 1936, tras una denuncia falsa realizada por un antiguo militar que vivía en Santa Cruz. Se le acusaba de ser un “conocido líder marxista” que el 18 de julio de 1936 había salido “con 50 campesinos con el fin de atacar al glorioso ejército nacional”.


Fue inmediatamente encarcelado, pero su mujer, Syra Alonso, logró que saliese en libertad el 15 de agosto tras gestiones varias a nivel militar y con el propio director de la cárcel. Sin embargo, al mes siguiente, el 19 de septiembre, fue detenido de nuevo en la pensión de la calle Francisco Mariño en la que estaba viviendo escondido junto a su esposa, tras haber abandonado la casa familiar en Santa Cruz y mientras meditaban si marchar a México, donde ya habían residido siete años. Acabó de nuevo en el presidio de la Torre, donde Syra lo vio por última vez el 28 de septiembre. Un guardia le dijo que su marido había sido condenado a cadena perpetua y trasladado a la prisión de Burgos. La realidad era otra muy diferente.


Francisco Miguel, de 39 años, fue asesinado junto a Juan Boedo Pardo, de 28; Andrés Pinilla Fraga, de 52; y Pedro Pinilla Calvete, de 21. Los cuerpos, con heridas de bala, aparecieron el 29 de septiembre de 1936 en el Campo de Morgade, parroquia de Bértoa (Carballo). Los vecinos y el párroco intervinieron y los cuatro fueron enterrados, con la mayor dignidad posible dadas las circunstancias, en una fosa común en el cementerio de Bértoa. Fueron exhumados el 19 de septiembre de 2023.


En 1942, Syra logró salir hacia México, vía Lisboa, con los tres hijos fruto de su matrimonio con el pintor. Nunca regresará a España y morirá en el exilio. Quién sabe si en un futuro regresará para pasar la eternidad con su marido, ahora que este tiene un lugar de descanso identificado, permanente y, sobre todo, digno.

 

Obra

 

Cat 8 1936 conchasmarinas
‘Conchas marinas’ (1936) es la última obra documentada de Francisco Miguel
Cat 7 1932 caracola
‘Caracola’ (1932), del artista herculino
Cat 4 1930 naturaleza
‘Naturaleza muerta’ (1930), del pintor coruñés asesinado en 1936

Biografía: una vida intensa que fue apagada muy pronto

Hijo ilegítimo del riojano Román Moratinos Ventosa y de la ferrolana Marcelina Fernández Díaz, Francisco Miguel nació el 26 de septiembre de 1897 en el número 4 de la coruñesa plaza de Ourense. Fue registrado como Miguel Francisco Lope Fernández Díaz.


 En 1917, a los 20 años de edad, se pone al frente de la Librería Arte, en la calle Real. En ella se venden reproducciones de cuadros, esculturas, grabados, libros, postales y filatelia. En su trasera, pinta el artista conocido como Francisco Miguel. Además, forma parte de la tertulia de la intelectualidad coruñesa, la del café La Peña. Ese año presenta una obra titulada ‘Monjes’ en la Segunda Exposición de Arte Gallego, que se celebra en el palacio municipal de María Pita entre agosto y septiembre de 1917. Es la primera referencia artística en torno a su persona.


 En 1920 contrae matrimonio con Syra Alonso. Es también el año de su primera incursión como ilustrador de una revista: es la coruñesa ‘Vida’. Después, en 1922, es director artístico de la ‘Revista de la Casa de América-Galicia’ (1922-1923), que más tarde se transformará en la icónica ‘Alfar’ (1923-1928).


 En 1923 viaja por segunda vez a París y se asienta en Montparnasse, el barrio artístico por excelencia. Aprende el arte del batik (sedas pintadas) gracias a la decoradora polaca Ida Gradowska. En 1924 vuelve a Galicia y en agosto inaugura una exposición de este arte decorativo en el Atlantic Hotel de A Coruña. “Dadas las condiciones del joven artista no dudamos que alcanzará un éxito resonante. Mucho celebramos que así sea”, escribe por entonces El Ideal Gallego. A partir de 1925, se asienta con su familia en Cambre y realiza una nueva muestra de batiks y dibujos, esta vez en el Ritz de Madrid.


 En 1926 sale, con su mujer y su hijo Alberto, a La Habana, donde expone. Al año siguiente se instala en Ciudad de México. En este país nacerán sus hijos Juan Ramón y Sandro, ejercerá como profesor, trabajará con el muralista David Alfaro Siqueiros, quien lo pone en contacto con las vanguardias mexicanas (Diego Rivera, Blanca Luz Brum...), será ilustrador de la revista ‘Contemporáneos’ y realizará dos exposiciones, en 1930 y 1933. De esta etapa mexicana datan algunas de sus piezas mayores, como ‘Naturaleza muerta’ (1930), ‘Retrato de Dolores Olmedo’ (1931) o ‘Caracola’ (1932).  Realiza dos exposiciones, en 1930 y 1933.
 Hace más que migas con la coleccionista de arte Dolores y Syra le pone un ultimátum: o volvemos a España o lo nuestro se acaba. Retornan. Tras siete años en México, la pareja, ya con tres hijos por entonces, regresa a España a finales de 1933. Primero a Madrid y después, en 1935, a su Galicia natal. Se instalan en 1935 en Santa Cruz (Oleiros) en la que bautizan como ‘La casa de la felicidad’. Ese mismo año, Francisco Miguel expone sus óleos y sus dibujos en el local de la Asociación de Artistas, situado en la calle Riego de Agua, donde la crítica destaca sus naturalezas muertas y su técnica miniaturista. Es la última muestra de un artista que será asesinado en 1936.


Su figura es recuperada en su tierra natal a finales del siglo XX con la magnífica exposición ‘Entre vanguardias: Francisco Miguel, pintor gallego y mexicano’, que tras su paso inicial por México y Madrid llegará en el 2000 al Kiosco Alfonso. También se le da su nombre a una calle. 


Ahora, en 2025, llegará el homenaje definitivo: recibirá eterna sepultura en ese panteón de gallegos ilustres que es el cementerio de San Amaro. Allí donde yacen Eduardo Pondal, Curros Enríquez, Manuel Murguía, Luis Seoane y otros grandes de la cultura gallega.

Francisco Miguel yacerá en San Amaro tras 86 años en una fosa común

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