El TC recuerda que el poder legislativo “está subordinado a la Constitución”

El TC recuerda que el poder legislativo “está subordinado a la Constitución”
Una persona frente a la sede del Tribunal Constitucional | Fernando Sánchez (EP)

El Tribunal Constitucional, por mayoría de seis a cinco de sus magistrados, frenó la semana pasada la tramitación parlamentaria de los cambios impulsados por el Gobierno en el modo de elección de sus jueces al considerar que el poder legislativo no está “exento o liberado de subordinación a la Constitución” y que corresponde al TC velar por que respeten sus límites.


Así figura en el auto, notificado este miércoles, en el que el tribunal paralizó de manera cautelarísima y a petición del PP la tramitación de dos enmiendas que pretendían modificar el sistema de elección del TC, una decisión sin precedentes adoptada por una ajustada mayoría (la de los seis jueces conservadores frente a los cinco progresistas, que emitieron un voto particular).

 

Seguir adelante

Como consecuencia de esta decisión, los partidos del Gobierno de coalición anunciaron que presentarían una proposición de ley para seguir adelante con esos cambios de cara a desbloquear la renovación del TC. Una renovación que finalmente ya se ha desencallado al nombrar este martes el Consejo General del Poder Judicial a sus dos candidatos.


La resolución subraya el papel del TC como “intérprete supremo de la Constitución”, “independiente” a los demás poderes, también el legislativo, y “garante último” de su equilibrio, incluyendo la posibilidad de “limitar la capacidad de actuación del legislador cuando éste exceda los márgenes constitucionales”. 


Pese a que se trata de un auto de admisión a trámite de un recurso, el TC avanza que la introducción de las enmiendas afectaba “indubitadamente al bloque de constitucionalidad”, y que estaba “en juego” la “integridad del procedimiento legislativo en la regulación de una cuestión fundamental”, dicen, “como es la designación de magistrados del Tribunal Constitucional”. 


Explica que, “de proseguir la tramitación parlamentaria” sin retirar las enmiendas, la vulneración de derechos denunciada por los diputados “devendría irreversible, ya que esa lesión se habría consumado” al aprobarse la ley y el “eventual otorgamiento de amparo” no tendría efectos.


El auto, ponencia de Enrique Arnaldo, subraya que el legislador debe “respetar los límites materiales y formales” de la Carta Magna y el TC tiene que controlar el “cumplimiento de esos límites”. Lo contrario supondría admitir una “zona inmune al control de constitucionalidad”. 

 

"Interferencia sin precedentes"

No obstante, varios magistrados progresistas del Tribunal Constitucional afirmaron que la decisión de frenar la tramitación parlamentaria de dos enmiendas que afectaban al propio TC supone una “interferencia sin precedentes en la función legislativa” que dividió en dos bloques al tribunal, trasladando a los ciudadanos una imagen de “seguidismo” del “conflicto político partidista”.


Es la opinión que los magistrados Cándido Conde Pumpido, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez Valcárcel reflejan en el voto particular conjunto en el que discrepan “de raíz” con la resolución. Una decisión que califican de “insólita” e “irreversible”, dado que provocó que el Senado sacase de la tramitación parlamentaria las enmiendas objeto de debate.


“Nunca el tribunal ha controlado en un recurso de amparo el procedimiento de formación de la voluntad legislativa antes de que se hubiera configurado de manera definitiva”, señalaron. 

El TC recuerda que el poder legislativo “está subordinado a la Constitución”

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