Sánchez y Meloni se reunirán en Roma pero no habrá rueda de prensa conjunta

Sánchez y Meloni se reunirán en Roma pero no habrá rueda de prensa conjunta
Meloni, en una visita a Bruselas / European Council

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, mantendrán este miércoles en Roma su primera reunión bilateral, y a su término realizarán una declaración institucional pero sin preguntas posteriores de los periodistas.


Esa es la fórmula decidida por el Gobierno italiano ante el encuentro entre Sánchez y Meloni con motivo de la gira que realiza el jefe del Ejecutivo por varios países europeos para preparar la presidencia semestral española de la UE.


El Gobierno italiano ha transmitido a la delegación española que no habrá rueda de prensa porque desde que Meloni accedió al cargo no suelen convocarse después de las reuniones de la primera ministra con otros líderes internacionales.


Fuentes del Ejecutivo subrayan que había disposición por parte de Sánchez al formato que incluyera preguntas de los periodistas, pero que como es habitual en estas visitas se adaptan a las pautas que determinan los países anfitriones de las mismas.


El hecho de que no haya rueda de prensa impedirá que respondan cara a cara a algunas cuestiones con marcadas diferencias entre ambos líderes, uno progresista y otra de ultraderecha.


Pero eso no ha sido óbice para que Sánchez haya incluido a Italia entre la quincena de países que prevé visitar antes de asumir la presidencia de la UE el próximo 1 de julio para escuchar las posiciones de cada uno con el fin de intentar consensuar asuntos que van a negociar los líderes europeos el próximo semestre.


Desde Moncloa se subraya que Meloni es la primera ministra elegida por los italianos y las relaciones entre los dos países están por encima de los gobiernos que pueda haber en cada momento.


En ese sentido, después de la victoria en las urnas de la líder de Hermanos de Italia (que se convirtió en la primera mujer al frente del Gobierno italiano tras coaligarse con la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi), el Gobierno español subrayó que hay que respetar la democracia.


Después de ser investida, Sánchez (cuya apuesta en los comicios italianos era el líder del Partido Demócrata, Enrico Letta), mantuvo una conversación telefónica con ella en la que acordaron colaborar ante los principales retos internacionales y, entre ellos, los problemas energéticos.


Meloni había viajado meses antes a España para participar en Marbella en el acto central de Vox durante la campaña de las últimas elecciones en Andalucía y en el que consideró al partido de Santiago Abascal "una esperanza para el futuro de España y de Europa".


En ese acto lamentó la existencia del "fundamentalismo climático del pacto verde" y dijo que los migrantes que llegan de África no son refugiados, sino "nuevos esclavos para explotar, mano de obra barata" para las grandes multinacionales y cuya llegada a Europa afecta negativamente a los ciudadanos locales ya que rebaja sus expectativas laborales y salariales.


El problema de la migración es de preocupación especial para países mediterráneos como España e Italia, con diferencias evidentes al respecto.


Meloni aprobó un decreto que restringe las actividades de los barcos humanitarios de rescate de migrantes que ha sido criticado por las ong, mientras España considera que los puertos más cercanos a posibles rescates juegan un papel fundamental para evitar tragedias en el mar.


Además, el Gobierno de Italia es más proclive a medidas de endurecimiento de requisitos, por ejemplo en materia de visados o retorno de los migrantes.


No obstante, en el Gobierno admiten que Meloni ha suavizado su discurso tras acceder al cargo de primera ministra pero emplazan a la reunión que mantendrá con Sánchez para cotejarlo.


La guerra de Ucrania estará también presente en la conversación entre los dos jefes de Gobierno (ambos han visitado recientemente en Kiev al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski), así como el fortalecimiento de la autonomía estratégica y la competitividad de la UE, la reforma energética y la relación con otras zonas del mundo.


Es previsible igualmente que aborden la relación bilateral, un asunto que es el eje de las cumbres periódicas entre los dos países.


La próxima está pendiente de convocarse en Italia después de que la última se celebrara en Palma en 2020, pero el Gobierno ve dificultades para que esa cumbre pueda concretarse este año debido a la cargada agenda de España al asumir la presidencia europea de turno.


De los objetivos de esa presidencia habla también este martes Sánchez en Nicosia con el presidente de Chipre, Nicos Jristodulidis, y en La Valeta con su homólogo de Malta, Robert Abela, los dos líderes con los que, junto a Meloni, se ve en esta nueva tanda de su gira previa a asumir esa presidencia de la UE. 

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