La polémica vuelve a O Castrillón, donde hay vecinos a los que no les gusta nada la idea de que se vayan a construir tres torres de 17 metros como parte de la nueva urbanización que se levantará en el centro de su barrio. La aprobación del convenio ha atizado la polémica, pero esta no es nueva: a menudo, los coruñeses muestran recelo por los edificios altos, temiendo que proyecten sombras o generen una excesiva densidad de población. A estas alturas, deberían haberse acostumbrado, puesto que A Coruña es la ciudad de España con una media mayor de pisos por edificio: 5,15, según datos del catastro, lo que la sitúa por encima, incluso, de metrópolis como Barcelona (cuyos edificios, de media, miden cinco plantas) o Madrid (4,3).

Cabría pensar que el motivo es la falta de espacio: A Coruña destaca por la escasa extensión de su municipio, de unos 37,8 kilómetros cuadrados, así que es necesario aprovechar el espacio urbanizable. Esto se refleja en la densidad de población, de 6.588 habitantes por kilómetro cuadrado, mayor que la de Madrid, que es de 5.625, según las últimas estadísticas. En realidad, es una de las mayores de España.

Sin embargo, si se cuentan todas las construcciones (que son 57.408), incluso las más insignificantes y no solo las viviendas, la media en A Coruña desciende mucho, hasta los 3,8 pisos, pero sigue siendo una ciudad extraordinariamente alta, aunque por el perfil de su skyline, nadie la asociaría a ciudades con rascacielos como Nueva York o Hong Kong. Pero, por supuesto, no es lo mismo vivir en el centro de A Coruña que en sus zonas más periféricas.

Los datos del catastro procesados por Demosgal revelan la disparidad. En el distrito 1 (que engloba a la Ciudad Vieja, pero también los Cantones y el Orzán, la altura media es de poco más de cuatro pisos, pero el distrito ‘rascacielos’ es el tres, que engloba Juan Flórez y Cuatro Caminos, y donde se encuentra también el edificio más alto de la ciudad, y también el de Galicia, la Torre Hercón.

El distrito siete, donde se encuentra O Castrillón, es de 4,32 pisos.  Las tres torres que se proyectan no serán los edificios más altos de la zona pero sin duda contribuirán a elevar mucho la media, puesto que la mayor parte de sus edificios tienen solamente seis alturas.

La polémica

Más del 50% del suelo donde se construirá pertenece a vecinos de la zona, así que hay muchos que lo apoyan. Por ejemplo, los de la asociación O Castrillón-Urbanización Soto IAR, que han expresado su satisfacción por la aprobación del convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Compensación del polígono Parque de Oza, solo con el voto en contra del PP.

Para ellos, se trata de un “modelo urbanístico avanzado” frente al modelo “totalmente trasnochado” consistente en “mamotretos de viviendas”. Otro grupo de vecinos, sin embargo, habla de “alturas completamente fuera de la escala” y teme saturación de servicios públicos, colapso viario y pérdida de luz natural.   Pero queda mucho tiempo para que se levanten. La Junta estima poder presentar el Plan Especial de Reforma Interior (Peri) hacia el final del verano para la tramitación ambiental.