La Torre Efisa encara la recta final de su transformación verde

Se trata de la rehabilitación más cara de todos los rascacielos coruñeses, de 8,3 millones de euros
La Torre Efisa encara la recta  final de su transformación verde
Vista del edificio, aún rodeado de andamios | Carlota blanco

La época en la que A Coruña crecía desmesuradamente hacia arriba quedó muy atrás. Aunque se construyen algunas torres, esas no alcanzan las cotas de sus predecesoras, productos de los años sesenta y setenta. Fue entonces cuando se construyeron gigantes como la Torre Efisa, varias de cuyas caras aparecen estos días cubiertas por andamios y telas. Está destinada a convertirse en uno de los edificios más eficientes energéticamente de A Coruña, gracias a los cientos de paneles fotovoltaicos que se están instalando por su fachada.


Estos vidrios tienen una coloración verde, simulando una frondosidad de hojas, lo que le da cierta apariencia de jardín vertical y cambiará su tradicional aspecto amarillo así que, cuando acabe, la Torre Esmeralda tendrá una hermana. Además del aislamiento térmico envolvente, la obra incluye generación térmica híbrida y autoconsumo compartido. Este hecho y el que afecta a varios edificios del conjunto, la convierte en una de las reformas más caras que se están llevando a cabo este año, con 8,3 millones de euros de presupuesto.


La época de los gigantes


Comparadas con gigantes como la Torre Efisa, que mide 75 metros y que solo es la sexta más alta de la ciudad, los proyectos que estos días resultan tan polémicos (San Pedro de Visma, Percebeiras o el propio O Castrillón), se quedan pequeños. Ninguna supera los 18 pisos, y muchas son más bajas. Parece que la época de los gigantes arquitectónicos es tan pasada en A Coruña como la de los dinosaurios. Solo en Someso se pensó en construir unos edificios que rivalizaran con la Torre Hercón, pero estas estructuras de 32 plantas que figuran en el PGOM nunca se han hecho realidad.

 


75 metros mide la Torre Efisa, lo que la convierte en la sexta más alta de toda la ciudad, y fue inaugurada en 1971


El centro de la ciudad seguirá siendo el lugar de los rascacielos: la Torre Golpe (75 metros), la Torre Galicia (80 metros), la Torre Trébol (90 metros), la Torre Dorada (78) o la Torre Hercón (115) ... Mientras, en la periferia, hay proyectos como el de las torres Aura, en Visma, que se proyectan construir y que apenas superan los 50 metros de alto.


En lo que ganan estos pequeños gigantes a sus mayores es en habitabilidad. Cuando se construyeron las grandes torres, la eficiencia energética o el aislamiento no se tenían en cuenta como ahora. Es por eso que los fondos europeos han servido para inyectar una nueva vida a estos mastodontes y a sus ocupantes. A medida que se retiren los andamios que los cubren desde hace meses, los residentes podrán constatar que allí arriba no hace ya tanto frío. 

La Torre Efisa encara la recta final de su transformación verde

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