Uno de los edificios más singulares de la ciudad es la llamada lágrima de San Roque, que se encuentra justo enfrente de la plaza de España, una mezcla de espacio elevado bajo el cual se encuentran una decena de locales, todos ellos propiedad municipal. A día de hoy, solo dos se encuentran operativos y, cuando se extinga su licencia, lo que ocurrirá en los dos próximos años, no se renovará. La intención es someter a esta peculiar edificación a una profunda reforma.
Este curioso edificio figura en la listas de inmuebles protegidos en el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) al tratarse de una obra del famoso racionalista Santiago Rey Pedreira, arquitecto municipal entre 1932 y 1954, que diseñó edificios como el Hotel Finisterre, o la Torre Golpe.
El Gobierno local reservó en los presupuestos de este año 600.000 euros para su rehabilitación
En los últimos años, el edificio ha permanecido semivacío. En la actualidad, solo existen dos negocios abiertos, los números dos y seis, y ambos tienen vencida la concesión, que mantenían desde 1985. Durante el mandato de Javier Losada, se hizo un esfuerzo por dotarla de nueva vida, instalando en uno de los bajos el local de la Asociación Provincial de Palilleiras, pero fuentes municipales reconocen que el intento no tuvo éxito. Ahora, con la regularización de las concesiones, es el momento de afrontar también la reforma de San Roque.
En 2022, el estado del inmueble obligó a unas reparaciones de emergencia. Pero hace falta mucho más. De hecho, en los presupuestos de este año se reserva una partida de 600.000 euros para restaurar la estructura. No solo los locales, sino la plaza que se encuentra encima, para que sea un lugar de encuentro.