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jueves | 25 abril | 2024
La pandemia del covid-19 obligó en marzo de 2020, y en los meses posteriores, a tomar medidas extraordinarias, de carácter social, económico, sanitario o empresarial. En esta última rama, se facilitó la utilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), a los que se acogieron multitud de empresas para no despedir a sus trabajadores durante el tiempo del confinamiento y los meses siguientes. Poco a poco, los datos de empresas con un ERTE en activo fueron menguando poco a poco, pero no fue hasta el último trimestre de 2022 cuando se registró el dato más bajo hasta el momento: en el municipio coruñés, menos del 1% de las sociedades tenían un expediente activo al cierre de 2022.
Los datos proceden de las estadísticas experimentales que inició en 2020 el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, el estudio de coyuntura demográfica de empresas, entre cuyas estadísticas destaca la que analiza el número de empresas en ERTE.
Durante el 2020, el porcentaje llegó a alcanzar el 23,63% de las sociedades herculinas (el dato más alto en la ciudad). No fue hasta el segundo trimestre de 2021 cuando se logró rebajar el porcentaje por debajo del 15%. El dato osciló en torno al 5% y durante 2022 logró caer por debajo del 3%. En el último trimestre del pasado año se llegó al mínimo, ya que sólo el 0,75% de las sociedades cuentan con uno de estos expedientes activos.
En comparación con el resto de grandes ciudades gallegas, la coruñesa es la que tiene un porcentaje más bajo, muy similar al de Ourense (0,78%). El resto se mantienen también por debajo del 1%: Santiago de Compostela (0,99%), Vigo (0,97), Lugo (0,89%) y Pontevedra (0,85%). La única excepción es Ferrol, que todavía está por encima de ese valor: 1,87%.
En lo referente al resto de municipios de las comarcas de A Coruña y Betanzos, la mayoría de ellos se encuentran en una situación similar a la de la urbe herculina, con menos del 1% de sus empresas en ERTE. Pero al igual que en el resto de la comunidad, también se contabilizan algunas excepciones.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadítica, hay seis ayuntamientos por encima del 1%. Es el caso de Culleredo, que contabiliza un 1,24% de sociedades en ERTE, de Sada (el 1,12%), de Cambre (1,33%) o de Betanzos (1,33%). Pero también de Oza-Cesuras, cuyo valor se elva hasta el 2,56%, o el de Paderne, que alcanza el 2,22%.
