17º-19º
miércoles | 25 junio | 2025
El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas en A Coruña, más aún en el caso de los jóvenes que aterrizan en una ciudad desconocida para poder cursar unos estudios que les ayuden a adentrarse en el futuro en el mundo laboral. No obstante, ante la falta de pisos o el incremento notorio en el alquiler de estos, son varias las residencias universitarias que cada curso académico acogen estudiantes de diferentes partes de la comunidad gallega, española, o incluso internacional. De hecho, es tanta la demanda que, a falta de casi tres meses para iniciar el nuevo curso académico 2025-26, las residencias universitarias coruñesas ya cuelgan el cartel de lleno.
Es el caso de Rialta, ubicada en A Zapateira. Esta residencia es una de las opciones más recurrentes de los universitarios. Su gran abanico de precios, que oscilan entre los 320 euros hasta los más de mil, permiten a muchos alumnos acudir cada año al edificio como su alojamiento, por lo menos, en los primeros años de universidad. Como es normal, el precio de la habitación dependerá de su tamaño, pero también de sus servicios. Aún así, el precio más económico tiene incluida la limpieza de la habitación –incluido cambio de sábanas–, asistencia médica, consumo de luz y agua caliente y, una de las más importantes, el transporte no solo a las facultades, sino también al centro de la ciudad, con líneas operativas desde las 07.30 horas.
“Estamos en los números del año pasado, prácticamente lleno”, explica Carlos Vázquez, director de Rialta, quien también incide en que las 530 plazas disponibles cada año se suelen reservar antes del verano. En cuanto al perfil de estudiante, asegura que lo que más predomina es el alumno de diferentes partes de Galicia, aunque también es cada vez más común poder ver a estudiantes de Asturias o Castilla y León, e incluso, pertenecientes a otros puntos internacionales.
Otras de las que cada año suelen cumplir con el cupo antes del propio San Juan es la Residencia Universitaria Elvira Bao, de la Universidad de A Coruña. Situada en la plaza Museo Nacional de Ciencia, el edificio universitario cerró el 23 de junio las inscripciones con más de 200, para un cupo de tan solo 100.
Su gran oferta económica y su ubicación a escasos metros de la zona de Riazor son dos de los alicientes que hacen que cada año cuelgue en cartel de lleno y, desafortunadamente, muchos se queden fuera por su gran demanda. “Este año subió bastante debido a que implementamos la matrícula online”, comenta Lorena Lema, coordinadora del servicio habitacional de la UDC, quien también asegura que “lo que más le llama la atención a la mayoría de universitarios es el precio”.
Y es que la residencia tiene un coste de entre 270 y 290 euros para becados del Ministerio –aunque la matrícula está incluida en la propia beca–, y entre 74 y 137 al mes para no becados. Si bien es cierto que, a diferencia de Rialta, solo incluye alojamiento, el comedor funciona aparte. En cuanto al tipo de estudiante que suele acudir, Lema considera que en el 70/80% del alumnado es gallego, “aunque cada vez acogemos a más universitarios internacionales”, sentencia. A mediados de julio saldrán las resoluciones y un centenar de estudiantes no tendrá que buscar otras opciones para disfrutar de alojamiento en el próximo curso 2025-26.
Otras residencias como Los Lagos, ubicada dentro del Colegio Liceo La Paz, o Siglo XXI, vecina de Rialta en A Zapateira, son otras opciones para que los estudiantes puedan encontrar alojamiento sin tener que recurrir al alquiler habitacional o entre varios universitarios.
Los estudiantes que por fortuna, por astucia o quizá por estar más pendientes encuentran alquiler habitacional para su etapa universitaria suelen dirigirse a un mismo distrito. Y es que, aunque prácticamente todos los barrios coruñeses tienen algún que otro universitario foráneo en sus casas, Os Mallos es, sin duda, el destino habitacional perfecto para ellos.
Su bajo coste de renta –comparado con otros distritos más céntricos o nuevos– y su cercanía con las estaciones de tren y bus –a la espera de la inauguración de la intermodal– y con las paradas de bus hacia la Universidad, hace que el 15007 sea una alternativa perfecta para vivir.
