Los años no pasan en balde y los siglos, menos, así que, de vez en cuando, es necesario un lavado de cara y más si se trata de un edificio de casi dos milenios. Las obras de renovación de la Torre de Hércules se licitarán a finales de este verano y comenzarán a finales de este año o principios del que viene, lo que significará que finalizarán en junio de 2026. “Seguro que vai redundar na visibilidade da Torre”, explicó José Manuel Merelles Remy, director de la Axencia de Turismo de Galicia, que fue el primero en tomar la palabra en un acto en el que también estuvieron presentes la alcaldesa, Inés Rey; el concejal de Cultura, Gonzalo Castro, y la delegada de la Xunta, Belén do Campo.
El grupo recorrió el monumento para observar con sus propios ojos su estado. La inversión total es de 1,26 millones de euros, canalizados a través de un convenio de colaboración de ambas entidades (Turismo y Ayuntamiento) y dividido en cinco partes. O, como señaló la alcaldesa, cinco más uno, puesto que se añade un sexto proyecto.
La Xunta aporta 995.000 euros procedentes de los Next Generation y las arcas municipales, 200.000 euros más de fondos propios. Se trata de la segunda intervención con fondos europeos en un monumento Patrimonio de la Humanidad, después de la muralla de Lugo. “Levaremos a cabo unha mellora substancial da Torre de Hércules e da súa contorna; apostaremos pola posta en valor e a renovación do faro para facelo máis accesible e adaptado ao tempo actual”, declaró la regidora durante la visita.
Por un lado, se mejorará la accesibilidad en el área arqueológica, la que se encuentra bajo la Torre. Consistirá en un actuación integral que mejorará los elementos estructurales metálicos, como las pasarelas que discurren entre los yacimientos, se eliminarán las filtraciones y humedades en la piedra y se va a instalar un aislamiento. No hay que olvidar que la sal que transporta la brisa marina a la que está expuesta constantemente daña la estructura milenaria.
PROYECTO |
1 Mejora de la accesibilidad y otras actuaciones en el espacio arqueológico, como mejora de las pasarelas metálicas que recorren los visitantes. |
2 Excavación arqueológica, la primera desde 1992, para la mejora de la conservación de las estructuras medievales y el yacimiento |
3 Restauración de las salas Giannini, terraza superior y edículo en la base de la Torre para mejorar la experiencia de los turistas |
4 Sustitución de la iluminación ornamental exterior por otra más moderna que cumpla los criterios de eficiencia energética |
5 Restauración de los senderos que rodean el entorno del faro, un espacio Natural de Interés Local (ENIL) para hacerlo más seguro y accesible |
También se va a excavar y restaurar el perímetro exterior de la base de la Torre. Esto es importante porque será la primera excavación que se lleve a cabo en esta zona desde 1992. Todavía se desconoce qué arqueólogo será el designado para supervisar las obras, pero la Xunta espera una mejora de la conservación del material que forma parte de las estructuras medievales y evitar así que el yacimiento se siga degradando. “O obxectivo é que o xacemento sexa máis comprensible”, comentó Rey.
Pero no son solo los cimientos de la Torre los que precisan un poco de cariño, sino todo el edificio. Por ejemplo, se va a restaurar la sala Giannini, el habitáculo que lleva el nombre ingeniero militar Eustaquio Giannini, que fue quien restauró el faro romano a finales del siglo XVIII y que le otorgó su aspecto característico. Se encuentra en el remate de la Torre, y está sostenida por pilares ochavados.
También se va a restaurar la terraza superior, desde donde los visitantes contemplan el paisaje que se desarrolla a sus pies, y que también presenta señales de desgaste por los siglos de lluvia y viento. Casi 50 metros más abajo, en el montículo sobre el que se levanta el edificio, se halla un edículo, como se denomina al pequeño templete que contiene la inscripción que consagra la torre a Marte, dios romano de la guerra, y que conserva el nombre del arquitecto lusitano que la proyectó, Caio Sevio Lupo. También será restaurado.
Además, en el exterior se va a llevar a cabo una reforma de la iluminación ornamental, la que a menudo permite teñir el faro de colores con motivo de alguna efeméride. Se va a actualizar la instalación para mejorar la eficiencia energética empleando las últimas tecnologías.
Los caminos de tierra que suelen recorrer los visitantes para disfrutar del paisaje del que la Torre de Hércules es el epicentro también tendrán mejoras. “Esta contorna conta cun importante valor ecolóxico grazas á súa abundante biodiversidade, e grazas a esta actuación poderemos preservala á vez que adaptamos os camiños para seren máis accesibles”, comentó la alcaldesa.
1,26 millones
de euros es el presupuesto que aportan la Xunta y el Ayuntamiento a través de un convenio
También destaca este espacio por su calidad paisajística y su importancia medioambiental para la ciudad. Como recordó la alcaldesa, es la mayor superficie no urbanizada de la península, y uno de los lugares habituales de esparcimiento de los coruñeses, a los que les gusta recorrer la costa y su Paseo Marítimo.
En cuanto a los turistas, la intención de la Xunta es que puedan seguir acudiendo a la Torre durante toda la duración de las obras, aunque sin duda tendrán que asumir algunas molestias y algunas salas cerradas mientras duren los trabajos y esto podría afectar a las visitas, particularmente la terraza, que es la meta del ascenso por los empinados escalones de piedra. A algunos, sin duda, se le hará cuesta arriba esperar tanto.
El plan que permitirá reordenar los espacios de la zona continúa en su fase de tramitación |
Mientras se encontraba visitando la zona, Inés Rey señaló que todavía no hay fecha para el traslado del aparcamiento que existe al pie del faro romano, como contempla el Plan Especial de Protección y Reforma de la Torre de Hércules. “Son temas urbanísticos que esixen unha tramitación”, apuntó. Se trata de naturalizar el espacio, lo que implica el traslado del aparcamiento que se encuentra al pie del monumento, de 8.000 metros cuadrados, a unos cientos de metros más allá, a la avenida de Navarra, donde se duplicará su superficie, hasta alcanzar los 17.000. |