Siete años después de la llegada de Ramiro Castro (Mugardos, 1954) a la presidencia de la asociación vecinal de O Castrillón-Urbanización Soto IAR la situación es la siguiente: el sueño del centro deportivo es una realidad consolidada, la inseguridad ha decrecido y las fiestas son cada vez más un referente, especialmente un concurso de tortillas que afronta su XVI edición.
¿Están contentos con el cartel ?
Sí. Nosotros siempre vemos las cosas en positivo, no puede ser de otra manera. Es un modelo que está ahí y lo importante es que la gente se divierta, que es de lo que se trata en las fiestas. Vamos a esperar el resultado final del viernes y entonces haremos una valoración. De entrada, hemos trabajado para que haya continuidad respecto a otros años. Es cierto que es un incremento de trabajo innegable, pero la participación es mucho más directa y las decisiones las tomamos nosotros.
Entre la tortilla y el concierto de Tam Tam Go! serán la envidia de la ciudad...
Es una fiesta consolidada en la ciudad y uno de los momentos más llamativos de la ciudad en el tema culinario. Con esa consolidación y esa expectativa de participantes, se puede hablar de la relevancia en la ciudad. El jurado está más que demostrado que tiene un prestigio.
Cada año baten récords de participación, ¿cuánta gente espera y cuál cree que es el secreto?
Estuvimos en 52 propuestas y que vamos a volver a batir récord que marcamos el año pasado, porque mucha se apunta el mismo día y a última hora. El secreto creemos que está en esa consolidación de la que hablábamos antes y la seriedad con la que se enfoca el concurso. La gente lo entiende así y por eso hay tantas ganas.
¿Por qué han elegido a Gonzalo Castro como pregonero?
Hacía tres años que llevábamos proponiendo a Gonzalo Castro las fiestas y este año por fin se ha dado. Es bueno que la gente se preste. No quiere decir que sea un apoyo a su modelo de fiestas.
¿Cómo ha sido esa experiencia de gestión de subvenciones?
A día de hoy, al tener tanta participación la directiva, conseguimos sacarlo adelante. A lo mejor llega un momento en el que no se podrán hacer las fiestas con este modelo por falta de voluntarios.
¿Qué mensaje mandaría al resto de la ciudad para ir a sus fiestas?
Son fiestas familiares, de barrio, donde la gente participa directamente. Tam Tam Go! será un recuerdo para una generación.