La Policía Local impone una veintena de denuncias por el ocio nocturno

La Policía Local impone una veintena de denuncias por el ocio nocturno
Jóvenes reunidos junto al Grietax, decidiendo a dónde se van a dirigir

La noche de ayer resultó bastante agitada. La agradable temperatura invitaba a salir y disfrutar de la noche pero no todos lo hicieron como es debido, así que la ronda de la Policía Local sacó el talonario de multas, y repartieron cerca de una veintena de sanciones por motivos diversos: muchas fueron por ruidos, y otras por el horario de cierre. Sobre todo de terrazas porque, dado que el tiempo era bueno, muchos querían disfrutar de la noche al aire libre. Los hosteleros que no fueron puntuales a la hora de recoger las mesas, se encontraron con la visita de la Policía Local, en calles como Orzán o Riego de Agua.


El Ayuntamiento lleva mucho tiempo soportando las quejas vecinales por los ruidos, y la postura de la alcaldesa, Inés Rey, es que es posible disfrutar de la noche sin molestar a nadie. El Orzán, que es el lugar donde se concentra la movida nocturna, por lo menos entre el público más joven, y cuya asociación de vecinos es la más activa a la hora de denunciar estos problemas, es la que más atención recibe por parte de los agentes municipales, que sancionaron a un local en Pasadizo del Orzán, según reconocen los propios vecinos.


Consumo en la vía pública

Una de las principales críticas de los vecinos es la molestia que generan los jóvenes en la calle. Es un problema que, hasta ahora, resulta de difícil solución, porque al encontrarse en una vía pública, los agentes no pueden hacer nada para impedir la movilidad y la libertad de reunión. Sin embargo, los cambios en la normativa a raíz del covid han permitido a los agentes municipales sancionar por el mero hecho de beber en la calle. La normativa es autonómica, y no ha sido derogada de momento, así que se revela como una herramienta útil para evitar los pequeños botellones que se montan aquí y allá. Ayer mismo, se sancionó a varias personas por consumo de alcohol en vía pública, algo que hasta hace poco no era habitual.


Otro problema que encaran los vecinos son los altavoces portátiles. Los mismos jóvenes que se reúnen en la calle para charlar y beber suelen amenizar la reunión con música que conectan de forma inalámbrica a altavoces portátiles y desde hace poco, la Policía Local ha comenzado a multarles por ese motivo: ayer fueron varios los sancionados.


También se sancionó a los jóvenes por orinar en la calle, una costumbre que trae de cabeza a los residentes de la zona, que al día siguiente tienen que despertarse con el olor a orines en los portales y garajes que los jóvenes ebrios utilizan como excusados públicos.


Incremento de vigilancia

Estas actuaciones son posibles gracias a un refuerzo de la vigilancia. En marzo, la alcaldesa había informado que el turno de noche de la Policía Local se sometería a una reorganización para contar con ocho agentes más y reforzar la vigilancia en las zonas de ocio y los diferentes barrios. “La intención es dar respuesta a la necesidad de contar con más efectivos en aquellas horas en las que se registra una mayor demanda”, había declarado entonces la regidora.


Se pasó de 52 policías a un total de 60, algo que fue posible solo mediante el abono de horas extras. El Ayuntamiento afirmó que esto posibilitará mejorar la vigilancia de los barrios en las horas nocturnas y ampliar el dispositivo de control de las zonas de ocio, de lugares como el Orzán, “en una apuesta por incrementar la seguridad ciudadana y garantizar el descanso de las personas”.


Valedora do Pobo

A pesar de todo, el Gobierno local tiene que soportar fuertes críticas de la asociación de vecinos que llevó sus quejas hasta la Valedora do Pobo, que emitió un informe dando las razón a los residentes y ofreciendo tres recomendaciones. La primera es que se trate el tema en una junta local de seguridad, que es una reunión del Ayuntamiento con la Subdelegación del Gobierno y los cuerpos de seguridad.


La segunda, que se consideren las sanciones reiteradas como agravante, ya está en la ordenanza y por último, una campaña de sensibilización con los clientes y los locales, porque el problema es a la salida, cuando se junta la gente”. Y pocas cosas sensibilizan tanto como las multas.


Orzán vive su primer fin de semana con el emblemático Grietax cerrado por sanciones 

El pasado fin de semana fue el primero en el que el Grietax, un famoso local en el cruce de la calle Sol con Socorro, no abrió sus puertas, algo muy inusual. La Policía Local la había clausurado el jueves tras desalojar a sus últimos clientes. La noticia causó cierta conmoción porque este local, bajo una u otra gerencia, lleva abierto años con el mismo nombre y en él han disfrutado del ocio nocturno generaciones de coruñeses. Además, no se trata de un cierre eventual: no volverá a abrir su puertas en mucho tiempo. La razón es que la actual gerencia había acumulado una serie de infracciones relacionadas con el ruido, por las que la sección de Disciplina Urbanística de la Concejalía de Urbanismo decidió el cese de la actividad y la retirada de la licencia.


No es la primera vez: ya se había retirado la licencia en 2019, por varias infracciones acumuladas, y se le había devuelto el permiso después de advertirle que cualquier incumplimiento supondría el cierre definitivo, como así ha acabado ocurriendo. Los vecinos denuncian que el local tenía el sonómetro tapado con una manta para que no registrara el ruido.

La Policía Local impone una veintena de denuncias por el ocio nocturno

Te puede interesar