La peatonalización pasa por cuidar esas infraestructuras que permiten salvar las grandes arterias de varios carriles que son los accesos de entrada y salida de la ciudad, y que a menudo la cortan por la mitad. En los últimos años, se han demolido algunas e instalado otras nuevas, pero quedan más aún por construir en los próximos años, como una forma más de fomentar la circulación a pie, e incluso en bicicleta. El Ayuntamiento de A Coruña anunció esta misma semana una reforma a fondo de la pasarela entre estaciones, una de las que más tráfico soporta, junto con la de Carrefour, y que invertirá 1,6 millones en las obras. Mientras tanto, construirá otra pasarela provisional.
Lo cierto es que, en los últimos años se han registrado numerosos cambios en unas estructuras que muchos coruñeses consideraban parte del paisaje, tan inalterables como las calles, pero estas también han cambiado mucho a lo largo de los años, y las pasarelas, no están por encima de estas transformaciones, empezando por Alfonso Molina.
Esto es normal, puesto que la principal entrada a la ciudad es la que más pasarelas tiene, nada menos que siete. Se cumplen ocho años de la demolición de la que había frente al Fernando Wirtz, una estructura vieja, y muy simple que, según el Gobierno de la Marea Atlántica, no cumplía los requisitos de la accesibilidad y que ya estaba muy degradada.
En octubre de 2019, se inauguró una nueva estructura, esta frente a Marineda City, salvando los seis carriles de la carretera de Baños de Arteixo. Su longitud, de 200 metros, y su disposición, sin pilares, además de su forma, la convierten en una de las cuatro pasarelas singulares (de diseño único) con las que cuenta la ciudad. De las otras tres, dos se encuentran en San Cristóbal y la tercera, en la AC-11, frente a Carrefour. Las tres llevan la firma del ingeniero José Antonio González Serrano.
La avenida de Alfonso Molina ganó otro puente peatonal en febrero de 2024, cuando se inauguró uno que había sido muy demandado por los vecinos, entre Pedralonga y Palavea. Los trabajos contaron con una inversión de 1,4 millones de euros (IVA incluido) y se financiaron con fondos europeos, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Sin embargo, Alfonso Molina está destinado a perder otra pasarela: la que une Xuxán con San Vicente de Elviña, precisamente por esos mismos planes de ampliación, que planean sustituirla por una pasarela peatonal/ciclista en el enlace de Pocomaco/Matogrande, que facilitará el acceso hacia la universidad.
Mientras tanto, acaban de finalizar las obras de reparación que comenzaron en noviembre pasado en la pasarela que se encuentra justo frente a la planta de Coca-Cola, a escasos metros del acceso a la AP-9. Era necesario sustituir el tablero de hormigón, muy desgastado, y reforzar los pilares, algo parecido a lo que se va a llevar a cabo en entre estaciones. “Vimos traballando nesta liña noutras pasarelas peonís da cidade como a que conecta A Falperra con Santa Margarida, sobre a rolda de Nelle e a que sobrevoa a avenida da Pasaxe cara ao hospital San Rafael”, comentó Inés Rey, hace una semana.
Efectivamente, en la avenida de A Pasaxe existen dos pasarelas. La otra se encuentra frente al Materno, y fue restaurada en 2022. La obra también llevó seis meses y un presupuesto de 400.000 euros, porque había filtraciones de agua y chapas de acero. Cubrió la base de una serie de láminas de aluminio multicolor, creando un esquema arco iris muy parecido al que hay en entre estaciones. En 2022, el Ayuntamiento sopesó la oferta de la Xunta de extender dicha pasarela a través de la ría de O Burgo, pero finalmente se rechazó.
CIFRAS |
2 demoliciones |
16 pasos |
1,4 millones |
Este tipo de viaductos no son la solución a todos los problemas, y adaptarlos a las nuevas exigencias de movilidad no es siempre fácil y a veces, innecesario. En noviembre de 2021 se demolió la única pasarela de la ronda de Outeiro por considerar que ya no hacía falta. Durante décadas, había comunicado los barrios de Sagrada Familia y Vioño pero la apertura de la Tercera Ronda había reducido la densidad de tráfico en la ronda de Outeiro lo suficiente como para que la estructura perdiera su función.
En cambio, en otros casos se ha considerado que es necesaria: un puente peatonal forma parte del proyecto de la intermodal, y servirá para unir la avenida de A Sardiñeira y la del Ferrocarril por encima de las vías del tren. Pero esta, como todas las modernas, está pensada para su empleo por ciclistas. Dentro de poco, un año todo lo más, los coruñeses podrán cruzarla de lado a lado.