A Gramela era un núcleo poblacional de A Coruña situado en la parroquia de San Pedro de Visma, por detrás del Ágora, donde desde agosto de 2024 se realizan las obras para la futura urbanización de Visma. Y es también un sitio en el que ya solo le queda un habitante registrado, según reflejan las cifras del nomenclátor publicadas por el Instituto Galego de Estatística (IGE) con base en el año 2024. 

Su decadencia en población es una realidad desde hace diez años, ya que en 2014 eran cinco habitantes (tres hombres y cinco mujeres) los que vivían allí. El Instituto Nacional de Estadística (INE), por su parte, situaba al final del pasado siglo a unos 17 vecinos, mientras que en 2021 contabilizaba solo a dos. Ahora ya solo queda un hombre registrado allí. 

Otro de los lugares que se aproximan a quedar deshabitados es San José, en San Cristovo das Viñas, donde hay tres vecinos (un hombre y dos mujeres) frente a los siete de hace un decenio.

A Gramela y San José son las dos entidades singulares de A Coruña que cuentan en la actualidad con menos de diez pobladores registrados, una lista que se incrementa en un lugar más si hablamos de los que tienen menos de quince personas. Porque A Fontenova, también en San Cristovo das Viñas, tiene once residentes, exactamente el mismo número que figuraba en el nomenclátor del IGE hace diez años. Mientras, de menos 20 habitantes queda también Monte Mero, en Santa María de Oza, que si en 2014 contaba con 19 habitantes, ahora ha bajado hasta los 15.

Las cifras de estas pequeñas entidades singulares contrastan con los grandes números de la ciudad. Y es que el pasado mes de julio cruzó por primera vez en casi tres décadas la cifra de los 250.000 habitantes, en concreto, 250.438. La población ha seguido creciendo y en enero la cifra subía ya a 251.481 personas