El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado oficialmente el listado de municipios donde será obligatorio medir y controlar la exposición al gas radón en los centros de trabajo y entre las zonas de actuación prioritaria se incluye casi toda el área metropolitana de A Coruña, desde la propia ciudad hasa Sada,pasando por Betanzos.
El radón es un gas noble, de naturaleza radiactiva y cancerígeno que encuentra en las zonas graníticas (por eso afecta especialmente a Galicia), en aguas de montaña no depuradas, en materiales de construcción y en las paredes rocosas de multitud de cuevas. Emana del subsuelo y que puede acumularse en interiores, especialmente en plantas bajas, sótanos y locales mal ventilados. Es conocido como “el asesino silencioso” por su carácter invisible, inodoro y altamente cancerígeno.
Según la legislación vigente, las empresas con trabajadores en municipios catalogados como zonas prioritarias, y con espacios laborales en sótanos o niveles bajos, están obligadas a realizar mediciones. Si se superan los 300 Bq/m³ de concentración media anual, (un Bq/m3 indica la cantidad de partículas emitidas por el gas radón por segundo en un metro cúbico de aire) deben tomar medidas correctoras para proteger la salud del personal.
No es una noticia inesperada. En Galicia, la medida alcanza una dimensión crítica: 285 de sus 313 municipios —el 91 %— han sido clasificados como Zona II, es decir, de actuación prioritaria. El gas radón, sin embargo, está presente en prácticamente todo el territorio gallego, con un 99 % del suelo afectado por este riesgo invisible,