Instalar otro tipo de contenedor en A Coruña eliminará más de 1.200 plazas de aparcamiento

Instalar otro tipo de contenedor en A Coruña eliminará más de 1.200 plazas de aparcamiento
Un coche aparcado en doble fila al lado de un contenedor | Quintana

El Gobierno local desveló esta semana sus planes para la planta de reciclaje de Nostián, que pasan por instalar un quinto contenedor, como es habitual en el territorio español. Es decir, que a los de papel y cartón, vidrio, orgánico e inorgánico se unirá un quinto para envases. Al margen de sus efectos sobre la eficiencia en el reciclaje, sí está claro el impacto que tendrá sobre la movilidad, puesto que instalar un nuevo contenedor obligará a reducir aún más el limitado espacio que está destinado al aparcamiento. Las estimaciones que manejan fuentes municipales superan las 1.200 plazas de aparcamiento, hasta llegar a las 1.400. 


Según los datos del contrato de contenerización de la ciudad, que se renovó a finales de 2020,  existen 9.000 unidades de distintos tipos en la ciudad. Fue ese año cuando se introdujeron los  contenedores de color gris para los orgánicos, mientras que los inorgánicos conservaban su característica tapa amarilla. El nuevo contenedor para envases ligeros se situaría junto a estos últimos, mientras que el de vidrio y cartón/papel continuarían formando pareja. 


Como el de envases es un recipiente más grande que el de orgánicos, robaría bastante espacio al aparcamiento. En los últimos años, debido a la política de peatonalización y humanización que han puesto en marcha todos los gobiernos locales, pero que se ha agudizado durante este mandato, el estacionamiento se ha restringido más y más. Todavía no existe una cifra oficial de cuánto, aunque la concejalía de Movilidad, que dirige Francisco Díaz Gallego, trata de paliar el problema reordenando las plazas en líneas a en batería, como ocurrió en el caso de la avenida de Os Mallos.  

 

Sobrecostes


En todo caso, la política municipal apuesta por el aparcamiento privado. La alcaldesa, Inés Rey, señaló en una ocasión que “si se compra una vaca, será porque tiene un establo”, indicando así que no es competencia municipal buscar alternativas para el vehículo privado, sino apostar por el desarrollo del transporte público y por otros medios como el servicio de alquiler de bicicleta. Pero el quinto contenedor no solo supondrá un problema para el tráfico, sino también para la recogida de basura, puesto que aumentará los costes. Al mismo tiempo, sus ventajas no están tan claras a al hora de separar la basura. 


De hecho, la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, que en los plenos municipales siempre ha defendido el modelo de orgánico/inorgánico, también había lamentado públicamente que la separación de basuras en los hogares coruñeses, imprescindible para un reciclaje eficaz, había empeorado en los últimos años. 

 

En noviembre de 2019 consideraba que solo uno de cada cuatro coruñeses separaba la basura correctamente y eso que en el contenedor de la fracción inorgánica del modelo húmedo-seco se separan los residuos por el tipo de materiales (es decir, por su naturaleza: plásticos, metales, etc.), no por el uso que hayan tenido (envases, etc.). Es, por lo tanto, más simple e intuitivo. Pero la alcaldesa asegura que es necesario para ajustarse a la normativa estatal. Tampoco ha contemplado solicitar la excepcionalidad para un modelo que siempre se ha defendido como más eficiente. 

Instalar otro tipo de contenedor en A Coruña eliminará más de 1.200 plazas de aparcamiento

Te puede interesar